Desde hace unos días está disponible en Xbox Live y PSN la demo de Driver San Francisco, el nuevo juego de la saga, con el que Ubisoft pretende recuperar un poco la gloria pasada.

Por supuesto, no he perdido la oportunidad y me he puesto manos a la obra, sobre todo con la intención de ver qué tal es el nuevo sistema Shift, que nos permite cambiar de un coche a otro en cualquier momento.

Tras el salto tenéis las impresiones al completo.

Como he dicho antes, creo que lo primero de lo que debería de hablar es de Shift, la habilidad extrasensorial que adquirió nuestro protagonista tras un accidente, y que le permite teletransportarse al cuerpo de otras personas y así ponerse al volante de lo que anden conduciendo en ese momento. Es una forma un poco peliculera para contarlo, pero bueno, el caso es que podemos ir controlando diferentes coches a nuestro gusto.

Esta es la mayor novedad del juego y lo más llamativo de la demo. Habrá gente a quien le guste y a quien no, pero a mí personalmente me ha encantado. Podemos usar esta pequeña ventaja para crear situaciones, atascos o accidentes que nos salvarán el tipo más de una vez, y jugando veréis por qué.

En la demo tenemos tres niveles para jugar: un tutorial, una carrera y un nivel de huir de la policía e ir de un punto a otro.

En el de la carrera tenemos que conseguir que nuestros dos personajes lleguen primero y segundo respectivamente. ¿Qué significa esto? Que tenemos que controlar los dos coches, usando uno mientras la IA conduce el otro. Para cambiarnos de vehículo podremos usar el Shift normal, eligiendo con el cursor el otro coche, o con el botón de Shift Rápido, para ir automáticamente.

Pero la mayor gracia está en usar los coches que circulan para entorpecer a nuestros enemigos a base de golpes y accidentes. Y lo mismo cuando tenemos que huir de la policía, ya que los demás coches los podemos usar en nuestro beneficio, para intentar destruir sus vehículos o cerrarles el paso.

Por lo demás, el juego gráficamente cumple bien, aunque no es nada del otro mundo. La mayoría de coches son licenciados y tienen dos barras, una de vida y otra con el turbo, que usaremos manteniendo el stick arriba y que rellenaremos haciendo maniobras arriesgadas.

Quizá se hace un poco raro conducir según qué coches, porque muchos tienden a derrapar muchísimo al hacer una curva cerrada, dejándonos tirados en la acera y con el coche casi parado, siendo carne fácil para la policía.

Las voces están en inglés con subtítulos en castellano y las secuencias de vídeo de antes de cada misión están bastante bien.

Os recomiendo que bajéis todos la demo y le echéis un ojo, porque el resultado os puede sorprender. ¿Es un Driver de los de toda la vida? No lo creo, pero a mí me ha gustado bastante, así que veremos qué tal el juego completo.

Categorías: Análisis

1 comentario

Jaime · 15/08/2011 a las 0:29

Con lo que me gusta Driver y con lo que amo San Francisco

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