rana gustavo asustada

Como dije el otro día, toca analizar Outlast, el juego de miedo que está en el Plus de PS4 hasta el día 5 (así que pilladlo LLYA). Y no va a ser un análisis normal, sino más bien una crónica de mi sufrimiento, agonía y canguelo mientras exploraba el manicomio de Mount Massive. Porque acojona.

Puede haber algún que otro spoiler, sobre todo de los compases iniciales. Intentaré que no sean demasiados.

Día 1: yo sólo.

Como he dicho, regalaban el juego con el Plus, así que obviamente lo bajé. Sabía perfectamente qué juego era y cómo iba a ir todo, pero ya que pago, pues lo bajo. Tras un ratillo termina, se instala y le doy a empezar. La habitación totalmente a oscuras, sólo iluminada por la puta luz que no se puede quitar del Dualshock 4, y un silencio sepulcral.

El juego empieza con nuestro protagonista llegando en coche tras haber sido avisado de que ahí pasaban cosas raras. Una vez aparcado el coche (esto es todo una secuencia) ya tomo el control, así que cómo no, lo primero que hago es dedicarme a saltar delante de un foco para ver en la sombra proyectada lo ortopédicos que son mis movimientos. También pulso los gatillos porque se inclina para los lados con un movimiento bastante cachondo, tal que así:

penguin-walking-o

Liberada ya la tensión tocaba internarse en el manicomio. Cómo no, la puerta cerrada y toca ir por el patio cochambroso ese que me traen. La puerta de dentro del patio también está cerrada, así que tocaba entrar en la ventana, como un ladrón de poca monta. Subir escalera, andar por el andamio, saltar un hueco, subir un tablón vertical… Estaba ante el Mirror’s Edge de los juegos de miedo.

Hasta aquí todo bien, hasta que entro por la puerta y BAM, adiós luz. Primer susto. Pero bueno, enciendo mi cámara como buen Youtuber, pongo la visión nocturna y salgo de la habitación, donde ya hay luz en el pasillo. Exploro un poquillo, me acojono cuando suena un trueno y hago una foto a un cuadro de un tipo que se parece a Jack Nicholson de joven:

outlast jack nicholson

El caso es que sigo avanzando y de repente se cierra una puerta que tengo justo al lado. Jodida la cosa, hay un malo cerca fijo. Entro en la habitación de al lado, me subo al conducto de ventilación y ahí aparece el jodido, buscándome sin éxito. Yo mientras salí cagando hostias de ahí, no sea que me mate o algo.

Salgo del conducto de ventilación, abro otra puerta y BAM, un muerto colgado del techo en toda la cara. Segundo susto, con el consiguiente grito y lanzamiento de mando lejos de mí. Así fue:

italian spiderman

Tengo que entrar por una sala oscura de donde ha caído el tipo este, así que pongo la cámara noctura y empiezo a correr como si tuviera una guindilla en el culo. En el camino hay un tipo empalado que se empieza a mover y a hablar, pero iba tan rápido que casi ni le vi, ni me importaba. Tocaba salir de la oscuridad.

Salí, claro. Y de fondo un gordo enorme se mete en una sala. Yo con los cojones en la garganta, pero al menos parecía que se había ido a otra instancia, así que avancé rápido para pasar entre unos maderos. Con lo gordo que estaba no me podría perseguir por ahí ni en sueños.

Y mientras estaba cruzando se escucha algo como «¿Dónde vas, cachonda?», se gira la cámara y ahí está el gordaco ese, que me coge y me tira por la ventana. Caigo al piso de abajo, un curilla me hace no se qué y me termino despertando al rato. En el suelo hay cadáveres, pero toca explorar.

Cojo un camino, avanzo, me encuentro con un yonki demacrado en una silla de ruedas que no se puede ni mover y unos tipos que seguro que luego son malos pero ahora no viendo la tele. Paso de ellos, cojo una tarjeta de seguridad de un muerto, vuelvo a pasar por la tele y veo que siguen demasiado embobados, aunque normal, porque uno se está tocando los huevecillos. True story. El atontamiento frente a la tele es una crítica a la sociedad postmoderna que vive esclavizada del lobby audiovisual americano. O igual no.

Salgo y ahí sigue el toxicómano de la silla, que cómo no, se me tira encima y me vuelvo a acojonar. Pero bueno, ya estoy curado de espanto. Sigo, tal y cual, llego a un pasillo enorme y aparece un texto en pantalla: «Cuando corras, pulsa un gatillo para mirar atrás». Joder, ya sólo con leer eso me meé encima pensando en lo que podría venir. Así que corrí y corrí, pero no vino nadie.

Entro a la sala de seguridad, empiezo a hackear el sistema para escapar de ahí, el cura apaga la luz y se queda toco a oscuras. Menos mal que tienen el SAI para estos casos, aunque oigo venir al gordaco. Por suerte, hay taquillas, aunque sin fotos de chinitas cachondas.

Dramatización

Dramatización

Una vez se fue el malo salí corriendo como una perra y bajé al sótano (SÓTANO, hay malos fijo) y guardé justo a la entrada, suficiente sufrimiento por un día.

Tiempo jugado: un par de horas. Sí, en algo que se recorre en veinte minutos me tiré dos horas cagado de miedo y llorando como una cría.

Día 2: con los amigos

Tocaba continuar el juego, así que reuní el valor suficiente para decirle a un amigo que se pasara el juego, así que tras hacer un trabajo para la uni nos juntamos todos en el salón para jugar. Cabe destacar que aquí el ambiente era mucho más distendido, así que acojonaba menos.

No quiero hacer spoilers, así que simplemente diré que avanzamos apretando botones, moviendo palancas y huyendo de malos. Cuando nos pillaban en la oscuridad huíamos a taquillas o debajo de la cama y tal. Pero vamos, que era casi todo el rato igual: explorar un poco, huir y tocar cosas.

Mirad que gif más molón he encontrado en

Mirad que gif más molón he encontrado en Wikipedia

Cabe destacar que vale que la habitación esté a oscuras y los malos vean mal, pero ¿no ven una luz saliendo de la pantallita de la cámara? ¡Si con eso nos tendrían que tener localizados en todo momento!

No llegamos a terminar el juego entero pero sí lo dejamos a puntito de caramelo, para seguir otro día. Aunque ahora todo iba más rodado seguía habiendo momentos de tensión de esos en los que te persigue un pirado toxicómano y te pones a chillar como una loca tú también.

Tiempo jugado: un par de horas también. Sólo que ahora casi llegamos al final del juego, no nos quedamos en apenas la introducción.

Día 3: con mi novia

Hoy no iba a jugar yo, sino mi novia, quien me había llamado nenaza días antes por contarle mi agonía con Outlast. Si yo lo había pasado mal, ella lo iba a pasar peor y ya veríamos quién reía. Además no le gustan demasiado las películas de terror y le da miedo ET. La receta perfecta para mi venganza.

La pongo desde el principio del juego, para empezar flojito. Como ella no es que juegue demasiado a videojuegos pues lleva un poco mal lo de mover la cámara (juega a la 3DS y ya, y ahí no hay problemas con eso). Consiguió avanzar a duras penas y cada vez que venía un susto como tenía la cámara apuntando para Cuenca pues ni se enteraba, así que seguía como si nada.

Salta del conducto de ventilación, abre la puerta en la que el cadáver cae del techo y dice «uy, se ha caído ese». Como si nada. Llegamos a la parte en la que el gordo se mete para la habitación. Ella es reticente de avanzar porque ha visto al malo, pero la convenzo pensando en el susto que se va a llevar cuando la agarren por la espalda. Avanza entre los tablones, la agarra el malo y ella dice «vaya, me ha cogido».

spidermandividebyzero

Yo en la ducha llorando y ella como si nada. De hecho, en el único momento en el que se quedó parada fue cuando estaban los tipos esos viendo la tele, que deben ser los únicos del juego que no hacen nada. Igual no les quería molestar o algo.

Tiempo jugado: unos veinte minutos, y llegó hasta el mismo sitio que yo el primer día. Por si os lo preguntáis, sigue sin poder controlar bien la cámara.

Siempre me ha gustado esta imagen

Siempre me ha gustado esta imagen totalmente fuera de contexto

Resumiendo: Outlast es un juego que da mucho miedete, pero que se repite demasiado en sus mecánicas.

Siempre sigue el mismo patrón de explora un poco, huye del loco de turno, métete en una taquilla o bajo la cama para despistarle y acciona una palanca o botón para continuar. Una vez has jugado una hora (a ritmo normal, no al mío) el resto es siempre similar, aunque cambiando los escenarios. Eso sí, agobiante como ninguno.

8

Categorías: Análisis

3 comentarios

NeoDrakko · 28/02/2014 a las 18:10

Enorme xDDD
Yo tengo ganazas de pillar una PS4, que ya lo rapiñé del PS+ y será lo primero que ponga en ella. Por lo que entiendo el juego es más bien cortito, ¿no? Casi mejor siendo así de agobiante.

Topofarmer · 28/02/2014 a las 18:14

@NeoDrakko
Sí, en 5-6 horas se pasa perfectamente. El problema es si el miedo te paraliza xD

SAeNcSA · 01/03/2014 a las 1:41

Me mata la imagen de Gustavo xDD Una crónica muy chula xDD

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