Crónicas de un jugón (1º Parte)

Como muchos de vosotros, todos tenemos nuestra historia como jugones. Ya sea en pc o videoconsolas, todos hemos tenido etapas en que es posible que ahora miremos atrás, y añoremos.

Por ello, en pequeñas entradas, voy a contar pequeñas historias que guardo como buenos recuerdos de otra época, y que mirados ahora, me hacen hasta gracia.

Hoy en día, en los juegos, es inevitable valorar en cierta manera a un juego por su apartado gráfico. Es algo que no me gusta hacer, pero quieras que no algo siempre influye en tu subsconsciente.
Pero antes, era algo que me daba exactamente igual. Solo pensaba en jugar al juego como fuera. Siempre fuí un jugador de pc, hasta que motivos económicos me han ido empujando a consolas.

El otro día me reía cuando me recordé perfectamente el día de salida de Doom 3. Por aquel entonces, yo tenía un pc bastante decentillo, con mi flamante gforce 4, y yo me creía todo guay… hasta la salida de este juego.

Decir que soy un fan de la saga. Como podréis imaginar, yo no podía contenerme, necesitaba ponerme a jugar a aquel juego, y para sorpresa mía cuando el juego empezó. No podía creerlo, ese juego tumbó literalmente mi tarjeta gráfica.
Toda la configuración de gráficos al mínimo… yo, ilustre de mi, pensé que me tomaban el pelo y subí la configuración a unos parámetro medios. No recuerdo exactamente cuanto tardó en iniciar el juego, pero sí recuerdo que mucho, mucho tiempo… y lo peor de todo fué cuando el juego terminó de cargar.

¿Os imagináis lo que sería ver una película que cada 5 segundos se viese una imagen? Pues más o menos es lo que me pasó. Te quedas a cuadros. Pero, no me di por vencido, y deje todo al mínimo con la esperanza de poder jugarlo decentemente y… zasca, el juego iba como el culo, pero, por supuesto, era un juego que llevaba esperando años, y eso no iba a impedir que lo jugase.

No se exactamente a cuantos frames iría, por aquel entonces no entendía tanto de esto, pero seguro que a menos de 10 fps. Para que os hagáis una idea, iba poco mejor que el vídeo de a continuación…

Pero descubrí una cosa que lo hacía más jugable, y era ir por las zonas de sombra. Si no había luz, el juego iba perfectamente, muchísimo mejor. Por ello, imaginaos cada vez que encendía la linterna… era un suplicio. Por no decir de cuando salían varios enemigos en pantalla…

Con el tiempo descubrí que el juego estaba fatal optimizado, pero puedo decir que me lo terminé con una gforce4, y que no me arrepiento en absoluto.

Hoy por hoy no creo que fuese capaz de repetir esa hazaña, cada vez soy más exigente, supongo que será la edad, u otras influencias, pero está claro que hubo un tiempo que me daba igual jugarlo con mejor o peor configuración gráfica, el caso era jugarlo.