Llevamos una temporada con un hipsterismo extremo en los videojuegos. Es la evolución de un elemento cultural alrededor de sus consumidores. El problema viene cuando, por culpa de esa evolución, olvidamos los orígenes o una parte fundamental de dicho elemento cultural.

Estoy hablando, como ya sabréis por el título del artículo, de los juegos no narrativos. Llevamos una temporada en la que los juegos giran entorno a su historia, alrededor de unos personajes con un trasfondo super profundo. Y aunque eso puede ser un arma brutal a nivel social, suele provocar que los juegos cada vez sean menos juegos.

No es necesario irse a extremos como Tetris para demostrar que un juego no necesita una historia para ser un juegazo, hay mil casos como ese. Me gusta usar un ejemplo más difuso: Doom. El FPS por excelencia, el juego que todo el mundo conoce, y del que prácticamente a nadie le importa un carajo su historia. “Queríamos hacer un portal a Marte pero OOOPSIE, lo abrimos al infierno”. Es la premisa más estúpida de la historia, pero no es necesario más. Tu cuando juegas a Doom quieres reventar demonios con una escopeta de doble cañón, el porqué te la trae al pairo.

Otro ejemplo más o menos reciente, es HUE. HUE es un juego de puzles y plataformas que me ENCANTÓ y su historia es bastante MALA. Me encantó porque me lo pasé bien jugando, sus puzles fueron un reto y me engancharon sus mecánicas. Otro que tal es The Swapper, que no se si la historia es buena o mala, porque la mitad no la entendí, pero OH vaya gameplay.

La historia y el trasfondo de los personajes es importante, pero un juego que es capaz de funcionar igual de bien sin ellos es la pura esencia de este medio. Las películas de Marvel de los videojuegos. Puedes decir lo que quieras, pero tu vas al cine a ver esas películas para ver a Iron Man pegarse de hostias con gente, para ver a Spider-Man hacer chistes malos mientras le pegan una paliza o para deleitarte con los músculos de Thor. La historia está bien, y da una excusa, pero lo que buscas es diversión y acción instantánea.

Por eso creo que muchos de los juegos que se basan única y exclusivamente en la historia pierden un poco la esencia de juego. Lo que le da vida a un videojuego es la interacción del usuario, la capacidad de decidir cómo hacer las cosas. Decidir A o B en momentos clave del juego o limitarte a seguir un camino te quita eso en gran parte. Que al ver a alguien jugar digas “quiero jugar a esto” y no “para qué jugar si ya sé lo que pasa”.

Evidentemente una cosa no quita la otra, los juegos narrativos tienen su qué, a mi personalmente me suelen aburrir si la interacción es mínima, pero es una nueva manera de contar historias. Pero no olvidemos gracias a que se pueden hacer ahora esos juegos, no olvidemos que muchas veces al jugar, solo queremos desconectar.

No olvidemos que muchas veces lo único que queremos al jugar es reventar cabezas, porque en la vida real no podemos.

PD: Que bueno es el Atic-Atac. Best gaem ever.

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4 comentarios

Topofarmer · 06/07/2018 a las 13:12

Gameplay siempre, siempre por encima de historia. El único juego del estilo que me moló es Life is Strange, porque me tocó la fibra. Pero es lo que dices, cuando juego, juego para pasarlo bien y desconectar el cerebro un poco. Que está bien que haya juegos narrativos, pero ahora parece que sean lo único válido porque son más «adultos» y algunos intensitos no entienden que jugar como un niño también es aceptable.

Gameplay first. Make videogames great again.

nmlss · 06/07/2018 a las 13:30

Coincido siento por siento con Topo. Quitando Life is Strange y cuatro más, la historia en los juegos es algo secundario. En mi caso, muy pocas veces el argumento de un juego me ha importado por encima de su jugabilidad (el mencionado LiS, RiME y poco más), porque lo principal es que sea divertido y me entretenga.

El ejemplo que pones de Doom me parece acertadísimo, porque el de 2016 es probablemente el mejor fps que he jugado en la vida y lo es porque no se andan con gilipolleces de historias, ni escenas eternas, ni nada. Tú vas avanzando, reventando cabezas de demonios y ya está. Pero, por otra parte, también adoro juegos como Max Payne, que además de ser una maravilla jugable, tiene un personaje súper carismático y una gran historia de cine negro, pero en ningún momento sientes que interrumpa el juego.

Elendow · 06/07/2018 a las 17:00

Que bien encontrar almas afines, empezaba a sentirme como el típico viejo que dice «ANTES LO HACÍAMOS MEJOR».

Neimad · 07/07/2018 a las 19:22

Por mi parte, celebro que haya juegos con una profundidad histórica trementa. Hay quien busca grandes historias, y si es interactuable mejor.
Pero eso, celebro su existencia porque tienes variedad. Hay gente de todo tipo, momentos muy distintos… Hay quien quiera sin mas «ver» un juego y decidir A y B en el camino y ya.
Los juegos nacieron como nacieron lo mismo que el cine nació como nació. En el caso de los juegos, está claro que era eso: entretener con un gameplay puro, pero generalmente por cuestiones técnicas o porque a nadie se le ha ocurrido cambiarlo.

Ahora bien, el meter historia con calzador como se ha empezado a hacer… lo mismo que en su momento habia que meter multiplayer con calzador, eso es de las peores decisiones que se pueden hacer para un juego.
Peor todavía? Cuando pillas un juego clásico y pretendes rehacerlo con una bonita historia que lo cambia desastrosamente.

Hablando de Doom, precisamente Doom 3 me sentó como una patada en el culo, y no por ser mal juego, pero le metieron esa historia que te alargaba el comienzo y ese cambio inicial a cosa de intentar meter miedo y andar con la puta linterna… No me jodas, cuanto tardare en estar rodeado de enemigos a los que disparar claramente? Y por eso mismo celebro el último Doom.

En cuanto a gusto personal: soy bastante de pelis de acción así que soy de gameplay rápido, sencillo y directo. Y si puedes cargarte el tutorial, mejor que mejor. Cuentame en una intro que tu nave se estrelló porque encendiste el microondas y dejame matar alienigenas.

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