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Ya llevo unos cuantos días en España tras la Gamescom y ya he descansado, así que es tiempo de empezar a ponerme a contaros qué tal los juegos en sí, más allá de mis aventuras coloniales. Y voy a comenzar con un plato fuerte, Divinity Original Sin 2, que seguro que esperáis más de uno por aquí.

Cuando me compré el ordenador nuevo, lo hice con básicamente dos juegos en mente: Pillars of Eternity y Divinity Original Sin. Creo que la calidad de ambos está fuera de toda duda, así que entenderéis que tuviera muchas ganas de ver la secuela de este último.

Lo que pude ver es básicamente el principio del juego, desde la creación del personaje hasta los primeros compases de la historia, cuando tenemos que huir de una isla. Y desde estos primeros pasos ya se veía que el juego explotaba más áreas que quizá la anterior entrega no pudo.

divinity original sin 2 creacion personaje

Para empezar, podemos elegir entre cinco razas a la hora de crearnos el personaje (Humano, Elfo, Enano, Lagarto y No Muerto), cada una con sus propias habilidades raciales, talentos y cambios en la historia. Un ejemplo que comentaban era cómo los elfos pueden comer cadáveres y así acceder a recuerdos del difunto, pero hay un montón más. Además mediante un sistema de tags o etiquetas determinamos el género, la profesión, la personalidad y el origen, lo cual influirá a la hora de comunicarnos con otros personajes.

Lo interesante es que no sólo cambian ciertas habilidades, sino que la historia y diálogos se ajusta también según nuestra decisión. Esto se veía fácil cuando era momento de reclutar a The Red Prince, un lagarto, siendo nosotros un elfo. Se llevan a matar, por lo que es algo mucho más difícil que de haber elegido otra raza. Lo mejor de todo es que si pasamos de meterle en el equipo él seguirá su propia historia y nos lo encontraremos más adelante y veremos cómo ha evolucionado por su cuenta.

Y es que con Original Sin 2 querían crear un mundo aún más vivo y con una narrativa mucho más profunda. Más del 90% de las conversaciones del juego tienen diálogos dependientes del personaje que seamos y podemos hacer uso de nuestras habilidades raciales para desbloquear aún más. Y, en cualquier caso, no vamos a plantarnos en un mundo de blancos y negros, sino que la historia avanzará por su cuenta, sin haber malas o buenas decisiones, sino las que elijamos.

Para rematar un poco este apartado han añadido también personajes predefinidos, que cuentan ya con una historia previa y misiones opcionales para explorar su pasado y enlazar los eventos con la línea principal. De hecho The Red Prince es uno de los personajes jugables, aunque la más curiosa me pareció Lohse, una humana con un demonio dentro, lo cual provocaba unas escenas bastante surrealistas (e incluso cómicas) por sus conflictos internos. Su misión, por supuesto, es intentar expulsarlo de una vez por todas.

divinity original sin 2 dialogos

Aunque Divinity Original Sin 2 es claramente un juego que hace mucho ahínco en la narrativa, no han querido dejar el gameplay atrás. Han rebalanceado el sistema de combate, han añadido un montón de hechizos y habilidades y han añadido más superficies al terreno, desde el fuego o agua que ya existía, a cosas como veneno o sangre. También cabe la posibilidad de crear zonas de buff o debuff, dependiendo de lo que queramos hacer.

A esto hay que añadir una mejora del sistema de crafteo, que ya permite no sólo crear objetos, sino incluso crear habilidades y equipamiento que sólo se pueden conseguir de este modo. Grosso modo, se ha cogido la base del primer Original Sin y se ha mejorado para hacerlo más potente.

Pero sin duda las mejoras más importantes se han hecho en el multijugador. Por un lado existe un modo Arena PVP, pero prefiero el cooperativo para la campaña. Ahora es cuatro el número de jugadores que pueden participar en la historia, cooperando para avanzar entre todos, pero sin olvidar que sólo uno va a terminar ganando. Esto quiere decir que en ocasiones los objetivos de un jugador chocarán frontalmente con los de otro, por lo que cada grupo tendrá que ver cómo resuelve sus disputas.

Este objetivo final de que sólo uno pueda ganar es lo que me dio la sensación de que realmente podías crearte la historia como quisieras, y no estar atado a resolver los conflictos de X manera y avanzar siempre por una línea que te marcan. La idea de que los intereses de los miembros de la banda no tengan por qué coincidir es lo mejor que podía pasarle al juego, por el simple hecho de abrir mil posibilidades.


Eurogamer tienen un gameplay grabado de lo que pude probar yo

Las promesas que desde Larian hacían sobre Divinity Original Sin 2 pasan por poder interactuar con todo, hablar con todo el mundo (incluso con animales si tenemos la habilidad necesaria), poder comerciar con cualquiera, poder robar lo que sea y, claro está, poder matar a cualquiera, incluidos los NPCs que dan misiones. El juego está estructurado de manera que podamos llegar al final aunque matemos a quien queramos por el camino.

Las mejoras en el sistema de etiquetas de la personalidad le dan una capa extra de complejidad al sistema de diálogos, haciéndolo más profundo y dándonos más opciones para elegir. Y este poder de decisión es la clave en el juego, y no sólo a la hora de conversar. Hay una forma «normal» de cumplir las misiones y avanzar, pero es nuestra historia, así que podemos probar otras opciones para avanzar si queremos. Si una puerta se nos resiste por no tener una llave, quizá una bola de fuego tenga algo que decir.

Salí encantado de la pequeña presentación del juego, porque veía que realmente había pasión tras el proyecto. Estuvimos un buen rato jugándolo y a cada paso me contaban anécdotas o detalles que habían implementado, y se veía que saben lo que hacen.

El juego sale en Early Access el próximo 15 de septiembre para Windows, con cuatro historias predeterminadas si es que queremos seguir alguna de esas rutas. Yo apenas vi el principio y era una parte minúscula de la primera isla, por lo que podemos esperar algo majo para entonces.


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