Fruit Ninja, el famoso juego de cortar fruta disponible iOS y Android, acaba de llegar en exclusiva a la consola de Microsoft para hacer que desempolvemos nuestro maltratado Kinect de la manera más divertida posible.

Después de haberlo jugado, aquí llega el análisis. Lo tenéis tras el salto.

El juego se divide básicamente en estas tres modalidades:

Modo Clásico:
La fruta irá apareciendo en tandas progresivas y tendremos que cortarla, sin límite de tiempo, evitando que se nos escapen las piezas ni cortar las odiosas bombas que nos harán perder la partida. Solo podremos dejar escapar un máximo de tres frutas, aunque eventualmente aparecerá una especial que nos permitirá subir exponencialmente nuestra puntuación y corregir uno de esos errores.

Modo Arcade:
El modo arcade es posiblemente el más divertido gracias a las bananas especiales que sirven de power-up (paralizar el tiempo, conseguir el doble de puntuación o crear una avalancha de fruta), aquí no importa que se nos escape la fruta y si cortamos las bombas simplemente nos restarán 10 puntos de la puntuación, aunque para contrastar tendremos limite de tiempo.

Modo Zen:
Es el modo perfecto para destrozar todo lo que salga en pantalla sin preocuparte de bombas, frutas huidizas o potenciadores, aunque también tendremos un límite de tiempo para conseguir la máxima puntuación.

Aparte de esos tres modos encontraremos tres cosas que alargan la vida del juego:

Modo Desafío:
Con esta opción se nos planteará el reto de conseguir X puntuación en alguno de los modos anteriores. Los primeros desafíos son muy fáciles, más para que nos acostumbremos al juego que para exprimir nuestras habilidades, pero no tardarán en obligarnos a controlar los combos de fruta para poder superarlos.

Modo Fiesta:
El modo multijugador, donde podremos elegir entre enfrentarnos a nuestro compañero u juntar fuerzas en alguno de los tres modos principales. Dado que este juego no nos obliga a correr como un pollo sin cabeza por la habitación, en principio no necesitaremos un campo de fútbol para poder jugar a dobles.

Desbloqueables:
Consiguiendo ciertos objetivos mientras jugamos (como alcanzar un número determinado de combos o conseguir una puntuación alta en algún modo evitando ciertas frutas), iremos desbloqueando nuevas cuchillas, fondos donde jugar o modos de ver nuestras sombras. La cantidad no es nada despreciable, y los objetivos están planificados de tal forma que iremos consiguiendo algunos mientras jugamos de manera habitual, aunque para los más especiales tendremos que currárnoslo.

Factores técnicos:
En un juego como este hablar de gráficos es anecdótico, aún así cabe recalcar que son muy llamativos y es agradable ver como reaccionan las frutas al paso de nuestra despiadada mano.

Tampoco la música es importante aquí, mientras juguemos simplemente nos centraremos en escuchar la diferencia de sonido entre que salga una fruta o una bomba.

Lo que si es importante en un juego como este, donde el control lo es todo, es la respuesta de Kinect a nuestros movimientos. Y sinceramente pienso que no podría ser mejor. Es posible que cuando arranquemos el juego por primera vez notemos cierto lag (que existe en todos los juegos), pero en cuanto empecemos la acción todo irá perfectamente fluido. Lo primero que llama la atención es que nos moveremos por los menús cortando la fruta de las diferentes secciones, una forma rapidísima de ir donde queramos aunque alguna vez nos pueda traicionar si no llevamos cuidado. Lo segundo que haremos muchos es probar a cortar un coco de una patada… y cuando veamos que lo conseguimos a la primera, el vicio será imparable.

Resumen:
Si Fruit Ninja ya me parecía un juego glorioso al probarlo en iPad e iPhone, después de probarlo con Kinect me parece un imprescindible para todos los que tenemos el aparatejo. Y no solo por la total ausencia de cosas que llevarnos a la boca, realmente es un juego al que nos apetecerá jugar de vez en cuando para pasar el rato.

Pero como viene siendo habitual el precio es un handicap, especialmente por la falta de novedades y opciones . Este juego cuesta 800MP (unos 10€ al cambio) mientras que la versión de los smartphones la podemos tener incluso gratis. La única justificación del precio es el uso de Kinect, que lo hace merecer la pena pero no deja de ser caro para lo que ofrece.

Los tres modos de juego están muy bien, pero se acaban antojando pocos cuando llevemos un par de horas. Y que los desafíos estén basados en esos modos tampoco ayuda a tener variedad. Si no fuera por estas cosas, dado que el juego es terriblemente divertido, la nota sería más alta.

7

Nota: El análisis se ha hecho posible gracias a una colaboración de NeoDrakko.


2 comentarios

Topofarmer · 16/08/2011 a las 12:21

El primer juego que me compraría si tuviera Kinect. Joder, la versión de iOS mola demasiado, esta con Kinect tiene que ser la caña.

GredXII · 16/08/2011 a las 12:30

Pues lo tendré en cuenta

Los comentarios están cerrados.