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El poder de la marca
Hace unos meses salió en la App Store Fallout Shelter, pero no ha sido hasta hace una semana cuando ha llegado a Android. Todo el mundo estaba que no paraba con el juego y más de uno se ha echado el vicio del milenio, así que como era gratis me decidí a darle una oportunidad. Y entonces llegó la (no) sorpresa: es un Tiny Tower más.
Por supuesto a los veinte minutos ya había desinstalado el juego, porque ya eché mil horas a Tiny Tower en su día, a sus cien mil clones y a otros muchos juegos de gestión (mismamente el de los Simpson, al que estuve jugando meses). Empecé Fallout Shelter, vi las mismas mecánicas que me he hartado de ver en otros juegos, sólo que con una capa marca de la casa por encima y poco más.
Entonces la cosa es: ¿lo habría jugado la gente de no llamarse como se llama? Por supuesto, la respuesta es no. ¿Ha cambiado algo en los juegos de móviles, los cuales para muchos son el demonio? Pues tampoco.