Hace un año, salió a la venta Divinity II: Ego Draconis, del que hice un pequeño análisis en su día (lo acabo de leer de nuevo y tendré que esforzarme por mejorar XD).

Tengo buen recuerdo del juego. Si no hubiese sido por lo problemas técnicos que poseía, seguramente las ventas habrían sido mejores. Pero ahora, me traigo entre manos la «remasterización» del juego, esto es, que han sacado el mismo juego junto con su expansión, Flames of Vengeance, pero todo ello «puliendo el motor gráfico», la dificultad y otros problemas que tenía el juego.

Bien, aclarar que pienso que estas no son formas de vender un producto. Un año te saco el juego con prisas, y al siguiente lo saco otra vez pero arreglando los fallos.

Pero bueno, dejando de lado las formas, voy a contaros un poco que es lo que han arreglado. Con cada juego en un monitor, todo es más fácil de comparar y ver las novedades.

Primer fallo:

Bueno, esto sin duda es el fallo más grave para empezar. Tengo varias partidas guardadas de Divinity II, y no es posible usarlas con este nuevo juego. Ni importar el personaje ni nada, toca empezar de 0, tanto en el juego principal (No deja cargar las partidas, lo trata como título nuevo) como la expansión, pero sobre todo ésta última es lo que me duele, me gustaría llevar mi personaje con sus habilidades y stats a la expansión, y no hay manera.

Realmente tampoco es que la creación del personaje sea la panacea, pero para mi esto es no tener tacto con los poseedores de la edición anterior.

Para empezar la expansión, tienes que crearte el personaje de nuevo y repartir los puntos y habilidades de nuevo, y desconozco si tras terminar el nuevo Ego Draconis, te deja importarlo, cosa que tiene pinta de que tampoco es posible ya que empieza con la intro y seguidamente el editor de personajes.

Mejoras visuales y técnicas:

Bien, aquí es donde me voy a mojar un poco.

Es muy curioso que llamen remasterización a esta nueva entrega.

Como primer punto positivo, han corregido uno de los mayores defectos del juego, y es el desfase que llevavan las animaciones de los personajes. En la anterior entrega iban a la mitad de frames, y parecía que iban dando  tirones. Aquí ya no, van perfectamente y se agredece a la vista.

Han limitado el juego a 30 frames, ya que no se notan altibajos molestos como antes, y lo mejor, la pérdida de sincronización vertical es menos habitual, excepto cuando se carga mucho en pantalla.

También un cambio notable nada más empezar es la posición de la cámara sobre el personaje. Antes estaba mucho más alejada y se veía al personaje entero, ahora va más o menos a la altura del hombro. Los movimientos siguen siendo los mismo, excepto los giros, que ahora hay que girar la cámara, y antes el personaje giraba y se volvía «to loco».

Y ahora el gran PERO. Para conseguir esto, está claro que algo han hecho.

Hablan de un pulido motor gráfico… y yo creo que no es verdad, y nada mejor que un par de imágenes del mismo sitio en el juego anterior y en este. Siento la calidad de las mismas, están realizadas al vuelo, pero sirven para comparar perfectamente.

Podeis picar sobre ellas para verlas a tamaños completo:

«Divinity II Ego Draconis» (Hace un año)

«Divinity II Ego Draconis: The dragon Knights saga» (Ahora)

Bueno, creo que se puede apreciar claramente que se ha prescindido de cierta carga en el juego. Así como pequeñas piedras que solía haber por los caminos, el fondo de los ríos (incluso los peces en muchos tramos), texturas… podría seguir, como el tema de luces o antorchas, mucho menos potentes en la nueva entrega.

Cada uno es libre de opinar, yo prefiero la estabilidad y que las animaciones vayan como dios manda.

El juego sigue luciendo de maravilla, y creo que en este aspecto no debería haber quejas. He visto juegos mucho peores y mejor valorados en este aspecto.

En cuanto a las habilidades, sigue teniendo el mismo arbol de desarrollo, asi que podremos especializarnos como Magos, Sacerdores, Guerreros y Arqueros… o una combinación de todo. Y la habilidad más divertida, leer las mentes de los personajes, sigue estando presente.

Algo que no he leído por muchos sitios, es el tema de humor que hay en la mayoría de conversaciones, se nota que los programadores han jugado a rol, y eso se agradece.

Quiero añadir que esta entrega viene solo subtitulado al Español, la voces están Inglés, al contrario que la anterior entrega. La verdad, es de los pocos juegos que tenía un doblaje curioso, una lástima no mantenerlo.

Dificultad, ¿proporcionada?:

Dejando de lado el apartado gráfico y técnico, voy a hablar de la dificultad, tema muy debatido en este juego.

Desde luego, es de los juegos más complicados y exageradamente desnivelados desde el principio que he probado en mucho tiempo. Pero mirad, si lo vemos desde otro lado, hacía mucho tiempo que no hacía «perrerías» en un juego de este tipo.

En esta nueva entrega está algo más compensada la dificultad. También disponemos de un regulador de dificultad, pero realmente solo actua en la resistencia de los enemigos. Pero sigue teniendo ese punto de dificultad que me encanta. Os explico.

El primer grupo serio de enemigos que te encuentras, en mi caso fueron esqueletos, te destrozan, pero poniendo en marcha las tácticas «ratas», puedes avanzar. Atacar con un arco, tirar hacia atrás,  lanzar otra flecha, y así sucesivamente, cuidando no alejarse demasiado del enemigo, ya que si no éste vuelve a su posición y se recupera.

ESO amigos, es algo que llevaba tiempo si sentir en un juego, pensar como voy a evitar que el enemigo se acerque demasiado. En la mayoría de juegos todo es más fácil. Llevar a tu super guerrero, meterte en el fregao y salir airoso, aquí en cambio vas con muchísimo cuidado y rateando cualquier poción o comida que encuentras.

Cierto que llega un punto en el juego que ya cuesta más morir, pero hasta ese punto, prácticamente al final, para mi es una experiencia como pocas. Las peleas cuerpo a cuerpo son fundamentales, pero con cuidado, pese a poder desarrollar habilidades por si te atacan varios enemigos a la vez, si estás con espada/maza/hacha contra varios, puedes salir escaldado.

Y bueno, cuando llega la parte de convertirse en dragón y sobrevolar los valles, es impresionante, recordandome al Drakan por momentos. ¿Realista? Puede que para algunos no, pero es un juego de rol, ¿qué más da?.

Decir que no me he vuelto a rejugarlo entero, he avanzado lo suficiente como para tener unas impresiones suficientes del mismo, para cualquier otro apartado, podeis mirar el antíguo análisis.

¿Y que tal la expansión? (AVISO, unos cuantos SPOILERS)

En cuanto a la expansión, hablan de unas 30 horas aproximadas de duración. El juego completo en su día me llevo en torno a eso, asi que digamos que la experiencia se duplica en duración. No he llegado a jugarla entera, pero puedo decir que no está a la altura de lo que esperaba.

Como sabréis, el final de la trama principal deja mucho que desear, y clamaba al cielo una expansión.

El argumente es interesante; nos sacan de nuestro encarcelamiento y tenemos que rescatar la ciudad de Aleroth nuevamente del ataque de Damian, y supuestamente, tenemos que liberar a un antiguo enemigo de Aleroth que es capaz de liderar a un ejercito de «no-muertos». Mientras, Zandalor, protege la ciudad con su magia.

Pero como ya he avanzado, el no poder importar tu personaje es un fallo.

Empiezas sin ningún arma, cosa que puedo llegar a entender, has estado encarcelado, vale, pero por ejemplo, el tema del castillo si me fastidia bastante.

Los que habéis jugado, seguro que os acordéis del maravilloso castillo que conseguíamos en el juego, y cuyos sirvientes debíamos elegir. Pues bien, los sirvientes están predefinidos, y el no poder mantener los que contrataste, hace perder algo el espíritu. Así como objetos guardados, mejoras de tus ayudante y un largo etc tampoco se mantienen.

Por suerte sigue manteniendo el mismo tono de humor, y hace un poco más llevadero la cantidad de misiones que podemos hacer en la ciudad, y cuya dificultad en algunos casos vuelve a rozar lo absurdo.

Banda sonora para el recuerdo:

Creo que ya lo dije, pero la banda sonora de este juego es como poco espectacular, y lo digo muy en serio.
Saqué la banda sonora entera porque no tiene desperdicio. El tema de la Isla Centinela por poner un ejemplo, es inolvidable.

Un 10 para el compositor, Kirill Pokrovsky.

Qué puede gustarte del juego:

  • Tácticas rata de toda la vida.
  • Rol y batallas con forma de Dragón… ¿que más se puede pedir?
  • Excelente sentido del humor en la conversaciones, algunas gloriosas.
  • Un juego con larga duración, y con la expansión, más aún.

Qué NO puede gustarte del juego:

  • La dificultad, que por momentos puede ser frustrante, pero, cuestión de gustos.
  • El estilo de combate,  pese a que se puede pausar la partida, hay que pensar rápido.

En definitiva, yo recomiendo este juego. Si te gustan los juegos de rol, de verdad, hay que darle una oportunidad, y no 5 minutos. Tarda en enganchar, pero cuando lo hace….

Y a partir de hoy, no pienso poner notas a los juegos. No me gusta hacerlo. Solo he dado mi opinión sobre el juego, y ahí queda.

Título: Divinity II: The Dragon Knight Saga
Disponible para: PC, Xbox360
Precios de la versión de Xbox 360:

Precios de la versión de PC: