Análisis Mario & Luigi: Dream Team Bros (Nintendo 3DS)

Después de que Paper Mario Sticker Star fuera de todo menos un RPG, los fans del género se encontraron con un vacío en los juegos de rol del fontanero para 3DS. Pero para arreglar las cosas está AlphaDream, quién si no, con esta cuarta entrega de los hermanos: Mario & Luigi: Dream Team Bros.

Como sabréis, esto sí que es un RPG de verdad, aunque como siempre en la saga, se alejan del estereotipo clásico del género para añadir unos cambios y mecánicas centradas en la acción.

Mario y Luigi llegan invitados por el Doctor Modorra, junto a la Princesa Peach y los Toads, a la Isla Almohada donde, sorpresa, un tal Pesadillo secuestra a la princesa. Algo que nunca podría haber imaginado y con un giro totalmente loco: se la lleva al mundo de los sueños.

Por supuesto, aquí entran en acción nuestros héroes, que deberán recorrer la isla de ensueño (atención al juego de palabras) e incluso entrar en los sueños de Luigi para rescatar a la pobre mujer y además ya que están, salvar a la región del mal que aflora.

Por supuesto la historia es típica y no tiene mucho misterio, pero al menos la han llenado de gracias, chistes fáciles y juegos de palabras que harán que al menos nos riamos de vez en cuando mientras jugamos. Hay mil y una situaciones estúpidas y diálogos sin sentido, y a mí personalmente me encanta ese toque castizo que le da.

Pero yendo ya a lo que es el juego en sí, nos encontramos las mecánicas clásicas de la saga. Mario y Luigi andan uno tras otro, cada uno con su botón de acción y esa mezcla de plataformas y combates por turnos que es ya seña de la saga. Además ahora se añaden las zonas oníricas, dentro de la mente de Luigi, donde el escenario pasa de ser en 3D a 2D.

Y no sólo se pasa a un plano horizontal, nos encontraremos con elementos Luiginarios, con los que se tendrá que fusionar el hermano alargado y que daremos uso tocándole las narices (literalmente) con la pantalla táctil mientras duerme. Supongo que habréis visto ya algún tráiler en el que tirándole del bigote se mueven unas ramas o moviéndole la nariz se mueven columnas.

También esta faceta de Luigi existe en los combates dentro del mundo de los sueños, donde sólo controlaremos a Mario porque el hermano menor está dentro de su ser, Rollo Marioception. Luigi, o Luigis (en plural) mejor dicho, hará acto de presencia cuando hagamos ataques en el tiempo justo, amplificando nuestro golpe. Así, si saltamos sobre un enemigo y lo hacemos bien, llegarán del cielo unos cuantos Luigis más que darán golpes de propina a todo el mundo.

Por supuesto, la mecánica de esquivar golpes sigue estando presente, teniendo que hacer una cosa diferente según el enemigo que tengamos delante. También los ataques Tándem, con los minijuegos diferentes para cada ataque y que añaden más variedad a los combates.

Gráficamente, y como podréis ver en las imágenes, el juego es genial. Es colorido, es alegre, es bonito y los sprites de los personajes son una delicia por cómo se mueven y cómo lucen. La isla está dividida en unas cuantas zonas y están todas llenas de detalles y con una atención y mimo que da gusto.

Como es costumbre, la música también está a la altura. Si habéis jugado a otras entregas creo que ya sabéis perfectamente lo que os espera, y si no escuchad cosas como esta. Lo dicho, el mejor acompañamiento posible.

Y como siempre, y en esta ocasión más que nunca, destacar el trabajo del equipo de traducción de Nintendo. No sólo es buena traducción, sino que han sabido adaptar bromas y juegos de palabras (hay uno con Marina d’Or, con eso os digo todo) de forma genial. El juego ya tiene humor de por sí, pero cuando lees cosas como «huelo a chotuno» sabes que estás ante algo especial.

En definitiva, Mario & Luigi: Dream Team Bros es el RPG que los fans estaban buscando. Es divertido, es cómico y se hace ameno de jugar. Las mecánicas de siempre siguen en su sitio y se añaden unas cuantas más que añaden un poco más de variedad al juego. Además de la traducción de diez, claro.