Análisis The Beginner’s Guide (PC)

Supongo que sabréis ya que Davey Wreden, creador de The Stanley Parable, acaba de lanzar un nuevo juego llamado The Beginner’s Guide. O bueno, quizá debería entrecomillar eso de juego, pero mejor para hablar de esto vamos tras el salto, porque no creo que se pueda hablar de él sin hacer spoilers.

Aun así, os diría que lo jugarais sin leer ni ver nada de él, porque precisamente la gracia que tiene el título es descubrir las cosas por uno mismo. Vamos allá.

Tras el super éxito que fue The Stanley Parable, Wreden repite esta vez con una historia contada a lo largo de unos cuantos microjuegos, o más bien pruebas de concepto, hechos en Source. Son los juegos que ha creado una tal Coda, una desarrolladora que conoció en una Game Jam y que hace juegos más que interesantes porque se alejan de cualquier canon establecido.

Al principio empezamos con pequeños escenarios que casi son unas pruebas de cómo funciona Source y poco a poco vamos entrando en el terreno más personal. Niveles en los que tenemos que empezar a hacer más cosas que andar, niveles que serían imposibles de pasar si no fuera por la ayuda del narrador y sobre todo niveles que van desembocando cada vez más en algo deprimente.

Hasta aquí todo más o menos bien. Coda es una chica introvertida, que se encuentra sola, que tiene problemas para crear y que está frustrada y bloqueada por no poder avanzar. Es una historia un poco jodida y me hizo apiadarme un poco de la pobre chica. El problema es cuando se descubre el pastel.

Que el que en realidad estuviera deprimido fuera Davey Wreden me dejó totalmente descolocado. No tenía ni idea pero me este giro de 180 grados en la historia me cogió totalmente a destiempo y entonces la situación ya me pareció aún más jodida si cabía. Y peor aún han estado las cosas cuando me entero de que el creador estuvo deprimido de verdad a raíz del éxito de su primer juego.

Morir de éxito. Algo que más de uno desearía pero que esta ocasión le pasó como una losa a Wreden y así se ve reflejado en Coda, que no es otro que él mismo antes de lanzar The Stanley Parable. Empieza siendo un chaval con ganas de desarrollar juegos y experimentar a verse con un vacío interior que intenta (en vano) llenar con la aprobación de los demás, para al final derrumbarse completamente.

No es casualidad que el capítulo final del juego sea de junio de 2011, cuando el juego salió al mes siguiente. El que los juegos se vayan haciendo más oscuros y el narrador intente forzar las cosas más y más según avanzamos tampoco es casualidad.

Seguramente no sea el más indicado para hablar de lo que transmite el juego, porque nunca he pasado por una etapa de bajón importante y todo lo que pueda empatizar va a ser desde la distancia. Y es más, The Beginner’s Guide me estaba dando bastante igual hasta que el giro de guión del final. Me gustaba el enfoque hacia el diseño de niveles y mecánicas que tenía Coda en muchos capítulos, pero no me terminaba de hacer click. Luego sí, pero por otros motivos totalmente diferentes.

No es un juego para todo el mundo, esto está claro. Ni siquiera es un juego, porque aquí el videojuego es simplemente un medio para contarte algo y no haces nada más que andar. Es la historia personal de Davey Wreden. Y es una historia dura, para qué negarlo.

¿Pagaría los casi diez euros que cuesta en Steam? Pues no lo sé. De hecho, no sé si me ha gustado siquiera. Si estoy escribiendo esto supongo que sí, pero no me termina de quedar claro. Yo lo he jugado de la biblioteca compartida de mi compañero de piso y no me arrepiento de hacerlo. Ha sido hora y media que no repetiría, porque no tiene ningún valor (re)jugable, y que tampoco sé si os recomendaría hacerlo.

Haced lo que queráis.