Análisis Total War: Rome II (PC)

Non omnia possumus omnes

¿Qué ha hecho Roma por nosotros? Bueno, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?

Ahora un ejercicio simple: cambiad «Roma» por «Creative Assembly» y los diversos videojueguicos de la saga Total War. Entonces, además de cargarme una hermosa broma de Monthy Python, la pregunta reza: ¿qué ha hecho CA para nosotros esta vez con Total War: Rome II?

La respuesta/análisis tras el salto. Os puede sorprender más de lo esperado. Aunque si habéis estado atentos con la cita, os haréis una idea.

Desde el amanecer de los tiempos (año 2000) siempre ha habido Total War. Combinar la visión global y expansiva de los 4X (Civilization) con los campos de batalla de los RTS (Age of Empires, ¿tenía que aclararlo?) es una receta tradicional de este estudio.

Cada entrega se sitúa en un contexto que permite esa mezcla peculiar. Empezaron por Japón con Shogun Total War, y fueron avanzando cronológicamente poco a poco. Cuando parecía que ya les tocaba una entrega «moderna» después de Napoleón: Total War, sorprendieron en 2011 sacando la secuela al primer y apreciado título.

Ahora le toca un segundo momento de gloria a otro de los primeros y grandes juegos: Roma.

Las principales bazas que Creative Assembly ha decidido poner sobre la mesa en esta ocasión han sido un contenido espectacular (por su nuevo motor gráfico) y un juego puedes jugar a tu manera, sin importar donde (prometiendo una optimización optima debido a la escalabilidad del juego).

Implícitamente se da a entender también que el contenido en cuanto naciones, unidades y eventos es grande. En conjunto un juego bonito, con mucha libertad y contenido, optimizado. Eso se anuncia.

¡¡¡AAAAHHHHHHHHH!!!

¿Cumple CA esas promesas? ¿Los gráficos (¡GRÁFICOS!) se han mantenido o mejorado después de esa alpha y beta que mostraron en el anuncio del juego? ¿Dejaré de poner preguntas retóricas ? ¿Por qué los amigos se pelean, xq xq?

Las respuestas, sin rodeos, y en orden: No del todo, nope, nunca.

Mi experiencia en Total War: Rome II ha sido agridulce, en el sentido conocido de la palabra y en el personal mío (me encanta esa salsa). Todo empieza justo arrancar el juego en Steam: «Oops, un launcher de los Total War. Otro clic es necesario para arrancar el juego».

A veces falla. Es innecesario, y a veces falla.

Empiezo describiendo lo que entra primero: Los gráficos, la optimización.

Tras algunas horas de juego, buscar documentación (esos vídeos de la alfa/beta del anuncio), la conclusión a la que he llegado es: «Colega, ¿Dónde está mi 7950 y mi I7?», seguida de «OH WHY».

The longer you stare at it, the funnier it is

En general el juego parece jugarse tras un monitor marca Instagram. Así cómo BF3 sufría de azul y naranja y contraste, TW:RII está cubierto por un look bronceado y marrón con toques de bloom y de color. De luz y color. Toques.

Esa decisión artística se puede entender, pero a veces mata los detalles y te hace preguntar porqué esos soldaditos tan bronceados hacen sufrir tanto a tu ordenador. Y la palabra es sufrir. La optimización prometida, ahora, en lanzamiento, no existe.

Incluso bajando el juego dos calidades desde la recomendada (Deluxe -> Alto -> Medio) aún se aprecian ralentizaciones masivas cuando hay muchas unidades generando efectos (caballería, te maldigo; lluvia, lo mismo).

Renderum V Mosaicum Per Secundum

Aunque ambos problemas tienen solución (la paleta mediante el uso de SweetFX, las ralentizaciones esperando un parche ya prometido por CA) estos son especialmente molestos considerando una de las joyitas que añadieron en esta entrega: Una cámara «realista», que te pone a la altura del pelotón seleccionado y te permite ver la acción.

Es más, si se usa en escorpiones, ballestas o catapultas permiten apuntar manualmente y seguir al proyectil. Una idea genial para observar detalles pequeños o sacar pantallazos, pero el rendimiento atroz y la paleta la joden del todo.

La cámara cercana susodicha. A sus 0 (cero) fps. Y mucho PS.

Pasamos al juego en sí. La jugabilidad. Lo que distingue a un cuadro de un videojuego.

Cómo todo Total War, su tutorial sigue sin ser satisfactorio al no enseñar muchas mecánicas importantes. Estas se tendrán que descubrir o por prueba y error o por estar acostumbrado a otros TW. Incluso siendo veterano o informándote, muchos menús y datos no se explican con tooltips o estos son muy vagos.

Aunque se ha hecho un esfuerzo para facilitar la gestión al tener un imperio muy grande, la gestión sigue siendo pesada y confusa (en parte debido a la interfaz y la información que da antes). Pongo un ejemplo de cuan confusa o pesada puede llegar a ser: La propia IA puede estar minutos en su turno .

Porque cómo es tradición, la IA es absurda. Por un lado, tiene ases en la manga y hace trampa en el mapa global, pero por otra se comporta a veces de un modo incomprensible en los combates. Tanto para tus tropas cómo para las enemigas. Tropas con escudo y lanza que enseguida tiran la lanza al suelo y sacan la espada, o enemigos que esperan que les masacres con artillería tan tranquilos en su ciudad.

No entro en temas de equilibrio de unidades, que aun manteniéndose el sistema de piedra, papel, tijera introducido en Shogun II da «sorpresas».

En ultimo lugar, el juego viene con DLC de preorder (que si no tiene un modesto precio de 8€). Contenido recortado del juego (civilizaciones griegas que luchan y viven aunque no lo tengas), con vistas a más DLC en el futuro (culpad a la distribuidora, el mismo caso de DLC inexplicable sucedió en Company of Heroes 2).

SweetFX en modo blanco y negro. Bonito e inútil

No se puede negar que Total War: Rome II es un juego de calidad en sí solo, pero tiene fallos. Fallos aún más incomprensibles en un juego de una factura AAA y de un precio de 55€. Y viniendo de la expansión Fall Of The Samurai, aún más.

Observando la saga, se aprecia un estancamiento en cuento a novedades y evolución.Los ingleses tienen la expresión «cookie cutter» (derivada del utensilio de cortar galletas de una masa) para expresar que algo parece ya muy genérico, con estructura similar/igual.

Finalmente, tal y cómo sucedió a otra secuela que analicé publicada por SEGA (Company Of Heroes II) este juego recién salido sufre de DLCitis de contenido recortado. Et Tu, Brutus?

Así que a la espera del parche de rendimiento: