Mi simulador de pantallas de carga favorito.

Por fin ha llegado el día. Han acabado las elecciones y el equipo de gobierno de tu consagrado presidente ha resultado vencedor absoluto. Y tú, que interpretas el papel de vicepresidente, te preguntarás… ¿qué hago yo aquí? ¿Cómo puedo resultar útil a la sociedad? La respuesta es fácil: ¡TIENES QUE SER UN SINVERGÜENZA!

¿Cómo? ¿No os suena de nada este juego? Yo os ilustro: Citizens of Earth es un proyecto fallido de Kickstarter. Los chicos de Eden Industries publicaron una demo funcional bastante completa para empezar a hacer la boca agua, pero no tuvo mucha recepción por parte del público. Por suerte, ATLUS llegó para adquirir los derechos de distribución y pusieron de su parte para sacarle punta al juego. Y el resultado es algo que me produce sentimientos enfrentados.

Creo que debería dejarlo claro desde el principio. Citizens of Earth no hace guiños a Earthbound como juego de rol. Más bien le suelta codazos que empiezan a hacer daño, como si intentara llamar la atención diciendo «¡Mírame, mírame! ¡Soy como tú!». De Earthbound toma la siniestra mezcla de rol japonés y cultura occidental que tan bien le sentó en su época, pero eso no significa que cualquiera pueda intentar equipararse a él. Y es ahí donde falla estrepitosamente, porque en su Kickstarter prometían volver al clásico estilo del juego de rol de Super Nintendo y aún les falta un largo camino. No quiero sonar demasiado crítico, porque es cierto que hay aspectos buenos que comentar de él. Sin embargo, no son lo suficientemente valiosos para ser dignos de vuestro tiempo.

Citizens of Earth 1

Es curioso ver que ATLUS trae un juego en español, aunque sea este. La traducción no es impecable, pero sí deja perlas como estas.

Eres el vicepresidente electo y tus primeras medidas serán enfrentarte a la oposición por sus maquiavélicos planes. Como eres un político, tu misión es ponerte a cavar parras darle a la lengua para reclutar a incautos ciudadanos del mundo para servir a nuestros propósitos. Con esta premisa… podríamos decir que la historia es simpática a ratos. Curiosamente, la primera escena es una clara referencia al dormilón de Chrono, ya que siempre tiene que estar su madre detrás para levantarlo. Y a partir de ahí es una lluvia de ideas sin sentido que podrían hacerte gracia o no. Digamos que… si intento resumir la historia, acabo por quitarle toda la poca magia que tiene.

Lo que más me gusta analizar en un juego de rol, como podréis adivinar, es el sistema de combate. ¡Estamos hablando de un juego de rol! Si no hay conflictos que resolver a hostias, de nada me vale. No querría seguir comparándolo con Earthbound para que no salga mal parado, así que lo analizaré de forma independiente. Los ciudadanos incautos reclutados emplean habilidades totalmente diferentes entre sí y es divertido buscar un equipo que se ajuste a tus necesidades. No hay un botón de atacar, por así decirlo, sino que hay comandos exclusivos a cada personaje. Pueden ser ataques físicos, especiales o para utilizar objetos. Algunos te permiten subir puntos de una barra de ataques especiales, mientras que otros restan, ya que son más potentes o efectivos. Fácil y sencillo para toda la familia. Me ha llamado especialmente la atención la gran variedad de enemigos, sus bonitos diseños y lo ridículamente divertidos que son sus nombres.

Citizens of Earth 2

Compararlo con Earthbound no es justo. Ambos son únicos en ese aspecto. Aquí podemos ver al Vicepresi trabajando muy duro.

 

Tras el lanzamiento del juego fui en busca de información sobre la empresa que lo desarrolló, y encontré una entrevista en la que explicaban cómo ATLUS ayudaba a pulir muchos de los detalles del juego. Uno de ellos es la animación de los gráficos. Son muy particulares, brillantes y coloridos, con una animación que consigue que los personajes y monstruos parezcan vivos. Los diálogos esta vez los he leído en español, y aunque he encontrado varias erratas, la traducción es libre, desternillante y adaptada a los tiempos de hoy. Sin duda, se nota un buen trabajo en estas tres partes: combate, gráficos y diálogos. A la música hay que darle de comer aparte. No resulta especialmente llamativa y está simplemente para decorar. No es memorable en ningún sentido.

La decepción abismal llega por dos bandas. Dos problemas que fueron los causantes de que la publicación de este análisis fuera cayendo en el olvido. En primer lugar, el juego peca de excesivas pantallas de carga. Sales al pueblo: cargando. Entras a una casa: cargando. En la casa no hay nada, sales: cargando. Sí, os lo prometo: he visto casas en las que no había nadie, solo zonas que examinar, leer un texto y conseguir 4 puntos de experiencia. Después, evidentemente, tienes que tragarte otra pantalla de cargando. ¿Así se incentiva la exploración? No, por favor. Al principio estaba entusiasmado haciendo capturas de pantalla con todas las cosas interesantes o graciosas que veía, pero al final decidí que no quería perder más el tiempo. Al final, este sentimiento fue evolucionando en un resentimiento total por intentar disfrutar, sin éxito, del juego.

Ver el juego en acción es todo un espectáculo. Todo es bonito y de colorines, pero la vida no siempre es de color de rosa.

Ver el juego en acción es todo un espectáculo. Todo es bonito y de colorines, pero la vida no siempre es de color de rosa.

En segundo lugar, presenta muchos errores, como si no hubiera tenido una depuración definitiva. Estos errores pueden ser culpables de que los diálogos desaparezcan y no los puedas leer, o que se salgan del recuadro. Corta mucho el rollo que, además de que la fuente de letra sea fea y de tamaño diminuto, no esté bien colocada en su sitio. He leído en testimonios de algunos jugadores que también se les ha bloqueado la consola, aunque he tenido la suerte de que no me ocurriera a mí. Si hubiera perdido la partida, habría estampado el tabletomando al suelo. Claro, ¡el tabletomando! ¡Que se me había olvidado! Lo primero que hice al instalar el juego fue apagar la pantalla del tabletomando, sentarme sobre mi sillón, coger el mando pro y… no, no funciona. Hay que ceñirse siempre al tabletomando.

Conclusión

Se nota desde el primer minuto que Eden Industries ha intentado crear un Earthbound moderno para el público que busca más RPGs cómicos. Sin embargo, en lugar de trabajar en las partes fundamentales que hacen divertido a un juego de rol, han preferido desperdigar personajes y misiones para que el jugador se las arregle como humanamente pueda. Lo más imperdonable del asunto es que nos han sacado un juego medio cocido y sin corregir, y esto es inaceptable. A día de hoy, el juego no ha recibido ningún parche que corrija ningún problema que haya mencionado. Muy a mi pesar, este juego se lleva mi primer suspenso.

Categorías: Análisis

4 comentarios

NeoDrakko · 07/03/2015 a las 19:03

Ufff, al verlo esta semana en la store de la Vita (no sabía que estaba para ella) me tentaba mucho pillarlo. Una pena esas pegas (lo de los tiempos de carga tiene que ser para matarlos) porque pintaba genial. Me has ahorrado el dinero :lloro

TheFireRed · 07/03/2015 a las 21:28

@NeoDrakko
Cuando vi el juego me «enamoré», por así decirlo, porque tenía una pinta maravillosa, y con que fuera un RPG genérico me habría bastado. Pero es que creo que Alphadia Genesis, rey del RPG genérico a día de hoy, es hasta mejor. buah)

orcha · 09/03/2015 a las 4:54

que ni esta tan mal hombre

Knighto · 09/03/2015 a las 22:59

Esperaré a Mother 4, tiene una pinta genial para ser un tributo.

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