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Tras casi un año de retraso por fin ha llegado DriveClub a las tiendas. Se dejó un año más para pulirlo y mejorarlo, y la verdad es que quizá podrían haberlo dejado unos meses más madurando antes de lanzar un juego con tantos problemas como este.

DriveClub siempre nos lo han vendido como el juego de carreras social. Tú creas tu club y lo compartes con amigos, sumáis puntos juntos, creas desafíos para que otra persona pueda intentar superarlos y demás. En papel suena bien, hay que decirlo, pero en la práctica todo esto se ha visto muy lastrado por problemas en todas partes.

Ya hablé hace una semana de los problemas con las funciones online del juego, pero pensaba que después de diez días del lanzamiento ya todo funcionaría bien. Iluso de mí. Ayer domingo 19 de octubre seguía teniendo problemas a la hora de jugar en línea. Sí, ya podía al menos estar conectado y que los puntos que ganaba se sumaban a los de mi club, pero a la hora de hacer carreras con otra gente era prácticamente imposible, y apenas conseguí entrar en una o dos.

Los clubs, por cierto, son equipos de hasta seis personas en los que se suma la fama conseguida por cada miembro (cuando no fallan los servidores, claro), se sube de nivel, se ganan nuevos coches y demás. Además creas un estilo de pintura para tu club, de forma que todos los miembros lo puedan llevar para representar a su equipo. Pero por desgracia aunque suena muy bien a priori, en la práctica no es para tanto.

Todos estos problemas y quebraderos de cabeza me hacen pensar si realmente el juego estaba ya listo para salir o salió porque necesitaban sacar en estas fechas, antes de cargarse las ventas que pudiera generar. Porque no es ya sólo que el online funcione como una escopeta de feria, es que incluso el juego en sí se le ve un poco vacío y da la sensación de que falta algo.

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El juego se resume básicamente en participar en eventos (carreras, contrarrelojes o pruebas de derrape) y ya. Ni compras coches (te los regalan al subir de nivel con la fama que consigues al final de cada carrera), ni puedes mejorarlos (hay personalización, pero de la pintura y con opciones limitadas), ni hacer nada más que correr una y otra vez en los circuitos. En principio no debería ser algo malo esto, pero sí que te podrías esperar algo más allá de correr una carrera tras otra sin ningún tipo de nexo.

Durante las pruebas suele haber dos o tres objetivos (terminar entre los tres primeros, superar desafíos de velocidad, superar un tiempo de vuelta…) que nos servirán para ir abriéndonos paso hacia carreras con mejores coches y más dificultad. En el menú principal también hay una categoría llamada Desafíos pero no puedo acceder a ella, así que imagino que la pondrán en un futuro parche. Al final parece un poco que es una demo técnica, porque no tiene muchos más alicientes más allá del correr una vez tras otra. Y una vez has probado ya todos los circuitos se puede quedar un poco corto.

DriveClub es un juego arcade y se nota (en la conducción mucho, muy sencilla, algo que a veces se agradece), porque quita mucha paja que tienen otros títulos como Forza o Gran Turismo, pero quizás han quitado demasiado y han dejado sólo el núcleo, que aunque está bien, es pequeño. No le habría venido nada mal el que expandieran el juego y hubiesen metido más contenido y modos de juego, desde luego. No hay alicientes para ir de una carrera a otra.

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Eso sí, a nivel técnico el juego es una pasada. Gráficamente no creo que se haya visto nada así en consolas porque tanto los coches (que no se averían, sólo se estropea la chapa) como los escenarios son una burrada. Los paisajes están muy currados y con más detalles de los que vamos a ver si pasamos a toda pastilla, y a la hora de correr se agradece. Y por supuesto todo lo referido a los coches es perfecto, empezando por modelados y acabando por reflejos en la pintura. Es todo un espectáculo.

El otro día en NeoGAF uno decía que DriveClub era el único juego que le había transmitido una sensación de escala y de grandeza, y es verdad. Si corres entre montañas te parece que de verdad estás entre montañas y no en un circuito cualquiera con montañas al lateral. La primera vez que lo leí me pareció un poco tontería, pero sí que tiene razón.

Y no sólo eso, cuando se hace de noche es digno de ver. Hay eventos que empiezan por la tarde y según avanzamos oscurece para terminar de noche cerrada y los efectos de luces son para dejar con la boca abierta. A eso le sumas iluminación de espectadores o de fuegos artificiales y lo que queda es una auténtica pasada, como decía antes, que hasta ahora no se había visto.

Pero claro, el que en un juego lo único destacable de verdad sea el aspecto gráfico (que repito, es encomiable) no habla muy bien de él.

Aun habiendo llegado con un año de retraso, a DriveClub parece que le falten unos meses más de desarrollo para pulirlo aún más. Aunque técnicamente es impresionante y de lo mejor que hay en el mercado, su online pasa más tiempo caído que funcionando bien y parece un juego parco en contenido. El juego es una sucesión de carreras, una tras otra, con un menú muy sencillito, y ya.

A veces le falta ese algo que te impulsa a seguir jugando para conseguir cosas, porque lo único que se puede hacer es correr, subir de nivel y ver cómo te regalan nuevos coches. Esa sensación de que parece más una demo técnica no le hace nada bien a un juego podría haber dado mucho más de sí.

6.5

Categorías: Análisis

2 comentarios

nmlss · 20/10/2014 a las 14:54

Resumen: otro rival que pierde vilmente contra GRiD.
:jijiji:

Ataliano · 26/10/2014 a las 23:08

Encontré la review xD sabía que habría.

En general de acuerdo. Incluso para mí se lleva menos nota. Básicamente, le faltan opciones por doquier frente a cualquier otro juego de coches y no aporta nada que no se haya visto ya… ¿componente social?… ¿dónde?. Luego el tema gráfico para mí, deja bastante que desear en pulido. En mi monitor de 27″ me sangran los ojos con las rayadas de los coches por no decir los dientes de sierra (o serraladas) que puedes ver en cada carrera, objetos bastante planos, texturas bastante túrbias… Creo que lo poco que se salva el juego es en entorno, iluminación y perfíl de color (teniendo como objetivo un juego fotorealista). Es cierto que la iluminación del entorno realmente hace parecer cómo dices que corres en los entornos que corres.

La jugabilidad, yo no paro de leer por todos lados que gusta y que es arcade. A mí me parecen piedras con ruedas, lo resumiría básicamente así. Será porque vengo de F5 y Horizon 2, pero que quieres que te diga, ME CHIFLA los derrapes que me pego en el Horizon con rozar el freno un poco en una curva y el control del coche me parece que responde bastante mejor en el Horizon que en DC.

Y por último, me matan ciertos aspectos de DC. No hay replays, el clima pa otro año si eso, que con uno no tenían suficiente, del online mejor ni hablar (a día de hoy sigue petando), aliciente para hacer carreras nulo, personalización patética (algunos vinilos y la mayoría feos), sin posibilidad de recolocar el coche en carretera si algún hijo de la gran furcia te mete un castañazo y acabas trompeando y quedándote del revés en el online (cosa que me ha pasado en el 99% de las carreras que he hecho), etc…

La primera vez que puse el Horizon 2, (la demo), acabó la intro, se transformó en el juego y entre el musicón, los graficazos, la fluidez y el carraco me quedé con la boca abierta un buen rato. En DC hice la primera carrera y se me quedó una cara de gilipo… que ni te cuento.

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