Vamos con un nuevo análisis de un juego que forma parte del Summer of Arcade 2011. En este caso se trata de From Dust, un original y poco convencional título de Ubisoft, que nos permite sentirnos un dios y remodelar el mundo mientras jugamos.

Si queréis leer el análisis completo, lo tenéis tras el salto.

En el mundo de From Dust somos el Hálito, una especie de ente divino adorado por la tribu del juego. Es una tribu semejante a una africana, vistiendo máscaras de conchas en la cara, y como veremos, los poblados que construyen también nos recordarán al continente negro.

Estos pobladores del territorio se encuentran en una búsqueda de la sabiduría y de alcanzar el conocimiento de dejaron sus ancestros hace tiempo, y nosotros seremos los encargados de facilitarles las cosas, con el fin de que cumplan su objetivo.

La meta en cada nivel es simple: conseguir que nuestra tribu forme un poblado en todos los tótems principales del escenario (entre dos y cuatro) y, una vez estén todos llenos de vida, mandar a algunos exploradores a la Caverna, un tótem-cueva que hace las veces de fin de nivel.

Pero claro, para que nuestros habitantes puedan establecerse, necesitan la ayuda de nuestros poderes con el fin de llegar a su destino. Podemos tanto recoger materia para luego soltarla en otro punto del escenario (como coger tierra y crear caminos cruzando los ríos), como recogerla para evitar los peligros a la gente (apartar la lava o las corrientes fluviales).

Muchas veces aparecerá en pantalla un contador, presagio de un peligro acechante para nuestra tribu, como puede ser un tsunami, una subida de las mareas o una erupción volcánica. Tendremos que trabajar contrarreloj para poder procurar unas defensas suficientes como para que este desastre natural no liquide a toda la población. Aprovecharemos los materiales que nos brinda la naturaleza para construir muros de lava solidificada, caminos para que transcurra el agua sin problemas y demás.

Los controles son bien sencillos, aunque con mando a veces se resienten un poco. Usaremos los gatillos para recoger/soltar materia y los botones superiores (LB y RB) para aumentar o disminuir el zoom. Con la seta izquierda controlaremos la esfera del Hálito y con la derecha la cámara. Lo malo es que es un juego que parece hecho para jugar con ratón, así que aunque es jugable perfectamente con mando, los controles no están del todo pulidos.

También podremos usar la cruceta para invocar poderes que nos confieren los tótems habitados. Hay poderes que pueden ser pasivos (como resistir el agua o la lava/fuego) y activos (como parar el agua, crear tierra de la nada…). Éstos últimos tienen una duración limitada, y una vez consumidos tendremos que esperar a que se regenere para poder usarlos de nuevo. Y por supuesto, si el poblado perteneciente a un tótem es destruido por cualquier circunstancia, perderemos el poder hasta que volvamos a asentarnos en el lugar.

Con estos sencillos controles deberemos crear una ruta accesible a nuestros adoradores para que puedan llegar a distintos puntos clave del escenario, como son nuevos tótems, ruinas secretas, obtención de poderes… Aquí es donde se presenta uno de los puntos flojos del juego, que es la forma de decidir qué camino toma la máquina, ya que no tenemos control directos sobre ellos.

Podemos haber construido un camino perfectamente seguro y directo hasta el objetivo, que si el encargado de ir al lugar se empeña en ir por una ruta alternativa, lo hará, aunque esté bloqueada. Por supuesto, si ve que no puede continuar nos pedirá auxilio, y tendremos que facilitar la ruta por donde quiera ir.

Esto muchas veces es una faena, ya que, sobre todo en los niveles finales, el escenario está lleno de peligros, y el que los habitantes vayan por donde quieran, y no por nuestra senda pensada, puede hacer que mueran o que tengamos que reformular completamente nuestro plan.

Hay que tener en cuenta que para que una tribu pueda usar algún poder pasivo, un emisario de otro pueblo tiene que llevar ese conocimiento, por lo que es realmente importante el que llegue en el tiempo que habíamos calculado, y no que se pierda de camino. El que la máquina trace una ruta que no es la que queríamos puede resultar en que este portador de sabiduría no llegue a tiempo a su destino y que éste sea destruido por la naturaleza.

Si bien el juego puede parecer un juego de estrategia (que lo es), también tiene un fuerte componente de puzzle. Todas las piezas tienen que encajar en el momento oportuno para no mandar a la basura todo nuestro trabajo en el nivel. Y desde luego es un título que hay que tomarse con paciencia.

En muchos niveles tendremos que esperar al momento oportuno para mandar a nuestros chicos a poblar nuevos territorios o a buscar un poder. Y el saber cuándo es ese momento oportuno es donde radica el verdadero desafío del juego.

Además uno de los objetivos en cada nivel es cubrir el terreno con un alto grado de vegetación. Ésto se consigue expandiendo el terreno fértil alrededor de nuestros poblados, que son orígenes de vida. La mayoría de veces, aun pudiendo terminar el nivel, he preferido esperar un poco para conseguir transformar un terreno árido en un auténtico vergel.

Y como hemos dicho antes, podemos remodelar el escenario casi por completo según queramos, pero tenemos que tener en cuenta las consecuencias de todo cambio que hagamos. Poniendo una barrera en un río podremos pensar que así conseguimos que el agua no fluya bien, pero puede que provoquemos desbordamientos en otro punto, que deberemos de andar arreglando también.

Una idea puede parecer muy brillante en su concepción, pero las consecuencias de ejecutarla pueden ser bastante peores que el problema que intentamos solventar, así que hay que andar con pies de plomo a la hora de cambiar la orografía.

From Dust no es un juego especialmente largo en su Modo Campaña si vamos directos hacia nuestro objetivo, pero sí que se puede alargar bastante si nos tomamos todo con calma e intentamos encontrar las ruinas secretas y cubrir todo de vegetación.

También nos encontramos con un modo llamado Desafío, que nos pone en los mismos escenarios que en el Modo Campaña, pero con unas tareas especiales a cumplir si queremos dar por finalizado el nivel. Alargan considerablemente la vida del juego y son bastante entretenidos de jugar.

Lo que sí se nota es que no es un juego especialmente difícil, sobre todo si nos tomamos nuestro tiempo para pensar y aprovechar el momento oportuno para actuar. Una vez dominemos el concepto del juego, es sólo cuestión de encontrar el tiempo exacto en el que lanzamos a nuestros habitantes a la aventura, mientras les vamos abriendo paso facilitando una senda.

Más que gráficamente, tendríamos que hablar del plano artístico. Porque el juego es tremendamente bonito y espectacular, y lo que es mejor aún, con un motor de simulaciones genial en todos sus apartados. En este juego hay que simular los comportamientos de la lava, el agua, la tierra… y From Dust cumple sobradamente.

La música que suena en el juego la produce nuestra gente, con melodías a ritmo de tambor. Los sonidos naturales (que son reales, si no me equivoco) son perfectos, y ayudan bastante a conseguir la sensación de inmersión y de auténtica omnipotencia de la que gozamos.

From Dust es una apuesta original y llevada a cabo con mucho acierto. Un juego divertido y para tomarse con calma, que nos permitirá explotar nuestra creatividad a la hora de modificar el terreno y que no se hace para nada repetitivo. Toda una experiencia en la omnipotencia, donde cada pequeño cambio que hagamos tiene su consecuencia, más o menos esperada.

Como puntos negativos, hay que destacar algún problema con la cámara, unos controles no del todo depurados y algunos fallos en la IA, sobre todo a la hora de decidir por qué ruta se mueven.

8


5 comentarios

JakCore · 02/08/2011 a las 13:08

Yo aún no me lo he pasado, ¿pero algunos niveles son dificilillos o es que yo soy muy malo?

Topofarmer · 02/08/2011 a las 14:37

Alguno sí que se me atascó, pero por querer ir con prisas. En cuanto me lo tomé con calma, y no importando que me durara una hora, se hacía más sencillo.

ibrasport · 02/08/2011 a las 17:22

Se que voy a quedar de rancio…estaba deseando probarlo y a mi me ha aburrido 🙁 Los controles (hablo de xbox) eran bastante sensibles e imprecisos y no le encontré la gracia al asunto. También probé la demo lo mismo luego las cosas se complican y se vuelve más entretenido o simplemente no era lo que yo esperaba.

Knon · 03/08/2011 a las 16:19

¿From Dust no esta disponible en la PSN Store? Lo estoy buscando pero no lo encuentro.

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