Una de las sagas más importantes de Xbox 360 llega a su fin, o al menos de este primera trilogía. Me refiero por supuesto a Gears of War 3, uno de los grandes juegos del año y por el que hay una gran apuesta en Microsoft, y no es para menos.

Pero, ¿está esta tercera entrega al nivel que se esperaba? Sí, y tras el salto tenéis las razones para ello.

La historia nos sitúa dos años después de los hechos acontecidos en el final de Gears 2. La humanidad sobrevive como puede, ya sea en barcos para evitar conflictos en tierra, o viviendo guardecidos en las últimas fortalezas que quedan, con el fin de no morir.

Y es que una nueva amenaza se cierne sobre la raza humana, encarnada ahora en los Lambents, unos nuevos monstruos creados de la Imulsión. Y por supuesto, allí está Marcus Fénix y compañía para hacer frente a todo e intentar salvar al mundo, esta vez ya definitivamente.

Creo que no es ninguna noticia el comentar que la saga no destaca por su nivel narrativo ni por sus situaciones emotivas, pero sí que hay que comentar que la campaña de este final de trilogía es la mejor de todas. Unos cuantos personajes y respuestas a algunas pregunas, algunos momentos «dramáticos» y sobre todo un montón de enemigos enormes contra los que luchar.

La campaña está bien y nos sirve para conocer un poco mejor la historia que envuelve a esta saga, pero el verdadero atractivo está en su multijugador.

Un multijugador con unos cuantos modos de juego, algunos de ellos renovados, y que hasta el momento de escribir este análisis iba como la seda, superando los problemas de lag que tenía la anterior entrega. Son muchos modos de juego y todos ellos divertidos de jugar, pero comentaré sólo los que más me han llamado la atención, para no alargar demasiado esto.

En primer lugar tenemos por supuesto el clásico Duelo por Equipos, modo de juego ya presente en la beta, y que todos conocemos perfectamente. Dos equipos de cinco jugadores cada uno con el objetivo de terminar con el otro, en escenarios ambientados en niveles del juego. Es siempre el modo más popular y que nunca decepciona, y en esta ocasión sigue siendo de lo más divertido y frenético.

Una variante es el modo Piloto, en el que hay cuatro equipos en pista, cada uno de dos jugadores, siendo dos del bando CGO y dos de los Locust. Aquí no hay regeneraciones, por lo que las partidas suelen ser más rápidas y hay que andarse con mil ojos.

Y luego están los otros dos modos importantes: Horda y Bestia.

En el Horda, somos los CGO y deberemos de sobrevivir a oleadas Locust y Lambent. Tenemos un dinero inicial, al que hay que sumar el recibido por liquidar a los enemigos, y gracias a él podremos ir comprando objetos de defensa (como alambradas, torretas automáticas, señuelos) con el fin de montar un fuerte y dañar a los enemigos. De esta forma podremos ir sobreviviendo a las distintas oleadas enemigas, cada vez con enemigos mayores y más fuertes.

En la otra parte está el modo Bestia, que viene siendo la contraparte de Horda. Ahora encarnamos a los Locust, y tenemos que ir eliminando a los Gears que se contruyen las barricadas y se defienden. Según vayamos jugando iremos desbloqueando los personajes, llegando finalmente a poder controlar casi cualquier enemigo del juego (sin contar los jefes finales, obviamente).

Estos dos modos son los más divertidos cuando jugamos en un grupo con más amigos vía Xbox Live. Pero si no formamos parte de ninguno, siempre quedará el jugar con desconocidos, que aunque le quita parte del atractivo, sigue siendo muy divertido. El tema de gestionar los recursos que tenemos en Horda y de boicotear todo siendo los malos en Bestia es de lo mejorcito del título a mi parecer.

También hay una variación del modo Campaña, que es el modo Arcade. Básicamente es lo mismo, solo que añadiendo algunos elementos como modificadores del juego (flores en vez de sangre, enemigos cabezones, sin munición, risas enlatadas, fuego aliado…) y un sistema de puntuación como si fuera el multijugador que ayudan a que el rejugar la historia no se haga aburrido al ya saber qué pasa en cada momento.

El tema de coberturas, principal sello de la franquicia, se ha potenciado también, siendo ahora la mayoría de ellas parcial o totalmente destruibles. Además el diseño de escenarios está hecho para que dependiendo de dónde nos pongamos, el combate se torne de una manera u otra.

Todas estas cosas hacen que Gears of War 3 sea un juego más completo y maduro que los anteriores, con la mayoría de puntos fuertes reforzados y alguna que otra novedad bien implementada.

La línea gráfica es muy continuista con juegos anteriores, ya sea por diseño, elección de colores y potencia gráfica. Sigue siendo bastante espectacular, pero se le notan los años al Unreal Engine 3 y hay algunas caídas de frames puntuales, pero nada escandaloso.

Pero lo dicho, sigue siendo muy bueno gráficamente, gracias también al apoyo que ofrece todo el apartado artístico y de diseño de escenarios, hecho para potenciar la espectacularidad presente en casi cada momento del juego.

La paleta de colores en la mayor parte del juego sigue yendo del marrón claro al gris oscuro, pero, atención, hay momentos con bastante colorido, hierba verde y cielo azul. No es algo ni mucho menos habitual durante el juego, pero se nota al llegar, porque parece que se respire otro ambiente. Además encaja bastante bien en la narrativa, así que bien hecho.

El juego vuelve a estar doblado al castellano con la voces de siempre, aunque me he encontrado algún momento con algún fallito (¿Marcus hablado francés?), pero es sólo un instante. El lenguaje típico de la saga sigue reinando la mayoría de diálogos durante el combate.

La música no es algo que destaque durante el juego, ya que con los sonidos de las armas poco más podemos oír, pero sí hay algún detalle con melodías como Mad World (tema del anuncio del primer juego), que son bastante geniales.

En definitiva, Gears of War 3 es un «más y mejor» de la saga. Se han reforzado los puntos fuertes, la campaña es más consistente y mejor que las anteriores, los diseños de casi todo han mejorado y se ha potenciado enormemente el principal atractivo del juego, su modo multijugador (sobre todo gracias al modo Horda renovado y Bestia).

Si tenéis una Xbox 360 y os gustan los shooters, Gears 3 es un imprescindible. Una forma casi perfecta de culminar la trilogía que cambió muchas cosas en el mundillo allá por 2006, y que deja el pabellón muy alto para quienes vengan después.

9

Categorías: Análisis

7 comentarios

bmarcelo · 20/09/2011 a las 19:08

Te falto decir, otra cosa, Splitscreen de 4 jugadores, son muy poco juegos que todavía tienen ese añadido….

Topofarmer · 20/09/2011 a las 19:16

@bmarcelo
No lo he probado así, pero según la caja del juego:

– 2 jugadores en pantalla partida
– 4 en cooperativo online

😉

ibrasport · 20/09/2011 a las 21:33

Quiero este juego…quiero este juego…y hasta noviembre nada ¬¬

pixfall · 20/09/2011 a las 22:07

primer análisis que leo sobre el juego, y creo que tiene merecidos todos los aplausos. a mi lo que me interesa es el modo campaña para un jugador porque no juego en línea. las otras dos entregas me gustaron bastante, aunque se me hicieron algo cortas, pero con las mejoras que has mencionado puede convertirse en algo épico.

pd: será que con la tercera parte cierran la saga? yo tengo mis dudas…

Topofarmer · 20/09/2011 a las 22:32

@pixfall
En teoría se cierra la trilogía, porque además el final lo deja todo atado.

Eso sí, que no te extrañe que haya precuelas. Es una franquicia demasiado jugosa como para dejarla abandonada.

pixfall · 20/09/2011 a las 23:20

@Topofarmer
si, justamente por ahí es que iba el comentario. solo hay que fijarse lo que hicieron con halo… con la escasez de títulos exclusivos para la xbox, no creo que le cierren las puertas a la saga…

GredXII · 22/09/2011 a las 0:37

Justo acabo de publicar una nota sobre el Modo Bestia, me encanta ese modo, ha conseguido que me tome un descanso de la campaña.

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