Análisis Tomb Raider (Xbox 360)

Mucho se ha hablado de este reinicio de la saga que es el nuevo Tomb Raider. Que si no gustaba este nuevo enfoque, que si no era un juego como los anteriores y demás. El caso es que el juego se queda así, guste o no, así que toca jugarlo y ya decidir.

Y eso he estado haciendo toda esta semana, así que ya es hora del análisis.

Como ya he dicho antes, estamos ante un reinicio de la saga, así que igual deberíamos ir pensando en olvidarnos de algunas cosas. Nos ponemos en la piel de una Lara Croft inexperta que nunca ha vivido una aventura de verdad y que es virgen en esto de situaciones extremas. Pero por supuesto las cosas se van a torcer y no todo va a salir según lo previsto, así que a la joven Croft no le va a quedar otra que aprender a golpes.

A grandes rasgos la historia cuenta cómo Lara y un grupito se embarcan en el Endurance hacia el Triángulo del Dragón, en busca de la civilización perdida de los Yamatai. Esperan encontrar más información sobre Himiko, diosa del Sol y reina de la civilización, pero con lo que se topan es con una tormenta que les hace estrellarse en la costa y unos desconocidos que secuestran a la tripulación. A partir de ese momento empezamos a jugar, escapando primero y luego resolviendo el misterio sobre qué pasa en la isla.

A partir de ahí se va hilando la historia, mezclando las leyendas sobre la civilización antigua y lo que está pasando actualmente en la isla. Para enterarnos mejor además hay unos diarios de personas diferentes tirados por los escenarios, que nos irán ampliando toda la narrativa desde una primera persona.

En esta nueva entrega se ha dado un giro bastante grande en la parte jugable. Ya no se enfoca tanto a la exploración y resolución de puzzles, sino que se tiende a las «experiencias cinematográficas» tan de moda, con un montón de acciones scriptadas, escenas buscando la vista más espectacular y una ración de QTEs. De todos modos algo queda de la exploración, siguiendo presente con la búsqueda y recolección de objetos, zonas secretas y alguna que otra tumba con puzzles, aunque son muy simples.

Una cosa que me ha gustado bastante es que el mapa en realidad es un mapa gigante dividido en varias zonas, y por las que volveremos más de una vez. Es decir, según avanzamos para que estamos avanzando linealmente, pero de tanto en cuanto regresaremos a una zona ya conocida, aunque en otra parte de ella (por ejemplo, antes pasamos por el suelo y al volver cruzamos lo alto de la montaña). Algunos escenarios incluso han cambiado por eventos en la historia y según vamos desbloqueando armas y habilidades, podremos acceder a los sitios antes inaccesibles serán.

Pero este nuevo enfoque está muy claro, y a mi parecer queda como un guante. Tenemos algo más lineal en muchos motivos pero es bastante chulo y entretenido. Ahora nos llevan bastante más de la mano, sí, pero nos llevan muy bien.

No tenemos a la Lara exploradora de siempre, sino a una chiquilla que no le va a quedar otra que ser una superviviente. Sí, hay que explorar y descubrir los misterios de los Yamatai, pero lo más importante es sobrevivir de los habitantes de la isla y de alguna que otra sorpresa más. Es una protagonista infinitamente menos experta y segura de sí misma, pero poco a poco va madurando y se la coge cariño, ¿por qué no decirlo?

Esto de sobrevivir se lleva muy bien. No tendremos que andar comiendo ni así para poder vivir, pero la sensación de soledad, de un peligro que puede llegar en cualquier lado o esos momentos de caza de animales con el arco, por poner algunos ejemplos, hace muy bien al general del título.

Por supuesto hay una buena ración de acción directa, a disparos contra los enemigos. Pero aunque en los tráilers no se haya mostrado casi nada más que tiros, tiros y tiros, el juego se puede pasar haciendo mucho menos ruido (no siempre, claro). Y por cierto, hacerlo usando el sigilo es de largo mucho más gratificante que irrumpir como si fuéramos Terminator. Me he pasado el juego casi usando únicamente el arco y me ha encantado el tener que esperar la oportunidad perfecta para no alarmar a la gente y dispararles a la cabeza.

Tenemos cuatro armas (arco, pistola, rifle y escopeta) que podremos «subir de nivel» encontrando piezas de ellas y mejorarlas comprando nuevas características con los restos que veamos. También podremos subir las habilidades de Lara para hacerla más letal o mejor exploradora.

La dificultad es bastante baja, cosa que aumenta con checkpoints cada poco tiempo, de modo que si morimos podremos seguir intentándolo sin problemas. De todos modos no es muy habitual caer, porque los enemigos no ofrecen mucha resistencia y aunque lo hagan, con un mínimo de habilidad para usar las coberturas (automáticas) y temple para disparar los abatiremos fácilmente.

El juego es bastante largo. Pensaba que no, pero mis veinte horas me habré tirado en la campaña, aunque también es cierto que he perdido mucho tiempo buscando cosas (he terminado con un 84% del total). Para alargarlo un poco más tenemos un modo multijugador, tristemente ya obligatorio en casi cualquier juego y casi metido con calzador.

Con Tomb Raider se ha querido reiniciar la saga que parecía un poco estancada en sus últimas entregas. Está claro que lo que se ha buscado es la espectacularidad y la acción palomitera, dejando un poco de lado los puzzles y la exploración pura y dura.

Pero es un cambio que ya está tomado y el resultado para mi gusto es bastante bueno. Pocas pegas puedo ponerle al juego, que es largo, divertido y muy entretenido. No creo que queramos proteger a esta nueva Lara como decían los creadores del juego) pero sí quedarnos con ella hasta el final y acompañarla toda la aventura, porque merece, y mucho, la pena.