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Siempre me han gustado los juegos de ninjas. De pequeño, uno de mis favoritos para Megadrive era Shinobi 3, que aunque nunca lo tuve, se lo pedí prestado muchas veces a un amigo. ¡Me sentía un auténtico maestro de las sombras! Joe Musashi era todo lo que un ninja debía ser: letal, veloz, poderoso y solitario. Muchos años más tarde, emulador mediante, descubrí una maravilla llamada Tenchu, que era algo así como un Shinobi en tres dimensiones pero con más rigor histórico, menos tecnología y algunos personajes mitológicos del folklore japonés representados en forma de jefe. Era imposible molar más que Rikimaru y Ayame. Hasta que apareció el enano cabezón de pelo azul llamado Goemon en las estanterías del Blockbuster (D.E.P.) que había al lado de mi casa y ahí presencié el cénit de los juegos de ninjas: personajes que parecían sacados de un anime, humor a punta pala, todavía más personajes clásicos de la cultura japonesa, robots gigantes…. Eso sí era un juego de ninjas de verdad y lo demás eran tonterías. ¿No? Pues no. Todos estos juegos eran muy divertidos, pero no tenían absolutamente nada que ver con estos asesinos en la realidad. Por suerte para todos nosotros, existe esta maravilla llamada Mark of the Ninja de la que os contaré unas cosillas.

Lo primero que hay que destacar en MOTN es su protagonista. El ninja llamado…. ehm…. estooo…. ¿¿cómo se llama?? Que yo recuerde, en ninguna parte de la aventura se menciona una sola vez. A nadie le importa realmente, no tiene ningún interés. No debe tenerlo tampoco, ya que no es más que una sombra, algo que no existe en la oscuridad, su elemento natural. Él se debe a su clan y a su señor, lo que le hace simplemente un brazo ejecutor y no necesita ni debe tener voz ni personalidad. El principal poder del marcado es no ser nadie. No puede lanzar bolas de fuego, ni rayos, ni teletransportarse (bueno….), ni invocar otro tipo de seres, sino que puede desaparecer entre las sombras. Y ese, para mí, es el principal atractivo del juego: la no letalidad. En todos los juegos de sigilo me gusta jugar de esta manera, intentando no matar a nadie y aquí es un auténtico placer ir dando brincos, saltando a las lámparas, escondiéndote en un conducto de ventilación y distraer a los enemigos mientras escapas por otro lado. Acabar con los enemigos es muy fácil y me parece que le quita la gracia a la experiencia.

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El círculo amarillo marca dónde están vigilando los guardias. Las bengalas son vuestro peor enemigo.

Afortunadamente puedes elegir el camino que quieras para finalizar cada fase, ya sea en sentido literal (por dónde quieres llegar) como figurado (cómo quieres llegar). Cada misión tiene unos objetivos en forma de medallones que se consiguen de una forma concreta (no matando a ningún enemigo, matándolos a todos, usando únicamente cierta arma, etc. etc.) que dan variedad y ayudan a desbloquear los trajes para personalizar al héroe. En mi caso apenas desbloqueé un par de ellos, el del camino del cazador con el que nunca fallarás un ataque y serás letal el 100% de las veces pero no te permite recoger más armas secundarias cuando las vas gastando y el del camino del silencio, que es el ideal para vivir la experiencia ninja totalmente, ya que no emite ningún tipo de sonido aunque corramos a toda velocidad pero no tiene espacio para llevar ninguna clase de arma, sino que como mucho se pueden llevar dos objetos de distracción. Pero hay más, como el del terror que provoca pánico en los enemigos cuando descubren un cadáver, el del poder que aumenta las habilidades y uno más que ya veréis si le dais una oportunidad al juego.

 

Mark of the Ninja tiene muchas cosas buenas, como los trajes o poder elegir si queremos hacer partidas a toda velocidad o ser muy meticulosos a la hora de llegar al objetivo, pero para mí lo mejor con diferencia y lo que lo hace tan grandioso es su sistema de sombras y sonido. El marcado tiene una habilidad llamada «focus», con la que parar el tiempo para elegir dónde lanzar el gancho, los dardos o armas y objetos de distracción, todos ellos causando un ruido que puede alertar a los enemigos, lo cual puede ser un problema o una ayuda, según qué estrategia queramos usar. Si decidís ser jugadores letales quizá no tengáis tanto ese problema, ya que siempre podéis matar a quien se acerque, pero cuando te intentas pasar los niveles sin cargarte a nadie, llega algún punto en el que estás casi obligado a tener que distraer a los guardias. No son pocas las ocasiones en las que he tenido que usar el «focus» de manera milimétrica para calcular con exactitud el punto en el que un petardo iba a estallar para que alertara a un solo enemigo que estaba muy cerca de otro para que se vaya a esa dirección y poder esconderme sin ser detectado. Esos momentos de precisión son los puntos álgidos del juego en mi opinión. Y las sombras también dan mucho juego, porque son nuestras aliadas y a la vez nuestras enemigas. Cuando nos escondemos en ellas somos invisibles, pero nuestro campo de visión es bastante limitado, con lo que es muy recomendable echar un par de vistazos antes de moverse a lo loco.

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Cuando el avatar del personaje aparece negro, estamos en las sombras. Pero nunca está de más cargarse algunas luces.

En definitiva, se podría decir que nos encontramos ante un «simulador de ninja» más que simplemente un juego de sigilo. Es el ejemplo que todo juego del género debería tomar como referencia para intentar ser la mitad de bueno, lo cual no sería poco. Así como Shank, también de Klei Entertainment, no me acabó de convencer pero le vi mucho potencial, con esta maravilla han llegado a unos niveles altísimos en cuanto a jugabilidad y diversión. Ojalá vuelvan a deleitarnos con más entregas y que sean por lo menos igual de buenas que esta. Si no le doy una nota perfecta es porque confío en Klei y creo que lo pueden hacer todavía mejor. No sé cómo, pero seguro que lo conseguirán. Por ahora, MOTN es lo más cercano a la perfección que encontraréis en un juego de ninjas.

Categorías: Análisis

6 comentarios

JoseJavier · 22/07/2014 a las 14:13

Hostia el Goemon, que grande, y encima con aquella intro que parecía el Openning de una serie, que grande!

Este Mark Of The Ninja es de esos juegos arcade a los que le tenía el ojo echado, a ver si me lo regalan con el Gold, que siempre regalan juegos arcade y alguno que otro realmente bueno.

Por cierto, de este he visto varios vídeos y vaya si tiene buena pinta, pero es que encima lo estás poniendo realmente bien, así que definitivamente, si para cuando me termne la suscripción del Gold no lo han regalado me terminaré haciendo con él por mi cuenta.

ayaxsoul · 22/07/2014 a las 16:31

Ser ninja es la cosa mas cool que puede haber… ahh señor me hizo recordar las partidas epicas que le daba al Goemon de SNES… recuerdo que cambie ese cartucho por el de Mario Kart… :yaya:

D0NP1MP0N · 23/07/2014 a las 8:50

Yo la verdad es que jugué a este juego hace ya un tiempo y aun lo tengo aqui guardado para echar de vez en cuando una partidita, que al final lleva a otra, y otra, y otra…
El juego es muy adictivo y como dices, hay una gran variedad de formas de completar el nivel, yo lo acabe con el traje del cazador y el del silencio que son, por decirlo de alguna forma, los «polos opuestos», y es un gustazo de las 2 maneras, personalmente, se me hizo bastante mas complicado la senda del silencio, pero tambien mucho mas satisfactorio.
Y el final, en lo que a mi respecta, predecible, pero igualmente epico.

Topofarmer · 24/07/2014 a las 17:43

El que no saliera en Mac (ni tenga versión en Wii U o PS4) mató el juego para mí, porque ya no tengo mi 360 y mi PC es una cafetera. Le tengo unas ganas tremenas, y sé que algún día lo jugaré, pero a saber cuando buah)

nmlss · 24/07/2014 a las 18:09

@Topofarmer
¿Que no salió para Mac? Si yo lo jugué por primera vez en Mac porque me lo regaló Silvanoshei para Steam :v

Topofarmer · 24/07/2014 a las 18:29

@nmlss
:eehh: :eehh: :eehh: :eehh: :eehh: :eehh: :eehh:

Joder, pensaba que no había salido. Será un port tardío o algo. Ahora ya sí podré jugarlo.

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