El mundo se ha ido al carajo. Esta es la premisa base de The Final Station, en el que tendremos que viajar con un tren a lo largo de un mundo en el que están pasando cosas muy raras. ¿El porqué? El propio viaje te lo irá explicando poco a poco.

Con esto en mente nos pondremos en el papel de un maquinista de tren al que le dan órdenes de llevar ciertos materiales especiales destinados ayudar a la gente (o al gobierno…) durante el apocalipsis.

Ciertas situaciones no se pueden resolver simplemente corriendo y disparando. Hay que pensar.

Cada vez que lleguemos a una estación tendremos que explorarla para buscar el código de desbloqueo, una medida de seguridad de la que todo el mundo se queja, pero que nadie se digna a quitar, ni durante el declive de la humanidad. Así pues nos enfrentaremos a hordas de infectados para conseguir un número de 4 cifras para poder avanzar hasta la siguiente estación.

Jugaremos con una vista lateral mientras pegamos tiros a los enemigos. Tendremos que solventar pequeños puzzles para poder avanzar por ciertas zonas, aunque nada complicado. La poca variedad de enemigos nos ayudará a aprendernos sus puntos débiles y patrones con relativa facilidad, la dificultad del asunto reside sobre todo en la falta de recursos. Usar la munición con cabeza es clave para poder avanzar por situaciones difíciles.

Las conversaciones de los pasajeros serán clave para entender lo que está pasando.

En las estaciones, aparte del código e infectados, también encontraremos comida y materiales para construirnos armas, munición, botiquines… Cosas útiles para sobrevivir a nuestra aventura. También encontraremos supervivientes, a los que podemos ofrecer un sitio en nuestro tren. Llevarlos hasta una ciudad nos dará una recompensa bastante buena, pero tendremos que procurar que no se mueran de hambre o por alguna herida, gastando así valiosos recursos simplemente para mantenerlos vivos.

Pero la recompensa material no es lo único que nos darán los supervivientes, pues les gusta charlar, contigo, con otros supervivientes. Esto nos ayudará un poco a entender lo que sucede en el mundo, el porqué se ha llegado a la situación en la que estamos y un poco de historia que nos dará contexto. El problema es que no podrás simplemente pararte a escucharles, al final tienes que llevar un tren y eso lleva trabajo, así que es posible que te pierdas gran parte de la historia por culpa de esto.

Muchos misterios quedan sin resolver, aunque eso es parte del encanto del juego.

The Final Station nos ofrece una ambientación sublime gracias a su pixel art de poca resolución y un sonido ambiental genialmente logrado. La tensión es constante y nunca sabes por dónde te van a salir los enemigos. Como he comentado antes la dificultad no reside directamente en matar enemigos, sino en gestionar los recursos para poder hacerlo sin peligro. Esta falta de recursos consigue mantenerte alerta para no desperdiciar ni una bala ni un botiquín.

Aunque termina por hacerse un poco repetitivo por no tener unas grandes mecánicas de juego, te absorbe la historia y la necesidad de saber más. Aunque sabes que ese superviviente va a joderte todo tu suministro de botiquines, decides rescatarlo para poder aprender más del mundo que te rodea y de todos los misterios que lo envuelven.

En definitiva, un juego que se disfruta por su narrativa, la cual complementa perfectamente a unas mecánicas simples pero bien definidas y ejecutadas.

 

THE ONLY TRAITOR

El primer DLC de The Final Station nos mete en el papel de un superviviente que decide huir y buscar un refugio. Esto sucede de forma paralela a la historia principal, y aunque se puede jugar sin necesidad de pasártela, ayuda a entender porqué suceden ciertas cosas.

En The Only Traitor visitaremos nuevos sitios con nuestro coche. Cada parada que haremos será para buscar comida, agua y gasolina para poder seguir avanzando. La misma mecánica del código, pero esta vez con una excusa un pelín más creíble.

Esta vez también encontraremos supervivientes durante nuestro viaje, aunque como llevamos un Mustang biplaza solo podremos llevar uno a la vez. Estos tienen diferentes estadísticas: unos nos ayudarán a crear botiquines o munición, otros simplemente hablarán más y nos explicarán más cosas sobre el mundo.

Esta expansión, además de profundizar en la historia y enseñarnos nuevos sitios clave para entender qué pasa en este mundo, nos ofrece nuevos retos gracias a los enemigos y armas nuevas. Del mismo modo que pasa en el juego principal, nos aprenderemos rápido los patrones de estos nuevos enemigos, pero el hecho de que sean diferentes nos da algo de variedad respecto al juego base.

En The Only Traitor solo llevaremos un pasajero, tendremos que escoger bien cual nos llevamos.

Sin duda, la expansión vale la pena si te quedas con ganas de saber más sobre el mundo y la historia de The Final Station, pues es para lo que realmente vale la pena. A nivel de gameplay no ofrece mucho: lo mismo que ya había con algunos pequeños añadidos y cambios.


2 comentarios

Ignis Dino · 05/09/2017 a las 18:55

Wow, no conocía este juego, pero me lo has vendido, parece super interesante, le daré una oportunidad.

Yonkykong · 06/09/2017 a las 14:34

Creo que the last station hace algo genial con su ambientación.
Los videojuegos tipicamente juegan con entornos no realista. ¿Por qué se mueven esa plataformas en super mario? a nadie le importa.

Sin embargo este juego es majestuoso creando elementos que destacan mucho que no se te quita de la cabeza el que demonios son.
Uno pensaría que es simplemente ambientación, pero tienen una presencia inusual. Un sonido repetitivo como de gas ante lo que parece un bomba, una forma extraña que ademas se mueve y a la cual no puedes ver que es hasta que entres en la sala, instalaciones en contra de las leyes de la fisica.

Es un mundo que siempre quieres saber como funciona, para que sirve, para que se construyo y como pudieron hacerlo de esa forma.

Es una maravilla y lo recomiendo encarecidamente.

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