¡Puta mierda todo! Qué puta tan putera y qué mierda tan mierdosa. ¡O qué obra maestra todo lo mío! Qué perfecto y qué ejemplar es todo lo que me gusta. Parece que en los últimos años las opiniones generales de la gente se han polarizado más que nunca y todo tiene que ser lo mejor de la historia o la mayor basura que se ha hecho jamás, no hay punto medio. El problema es que cuando sale algo que se encuentra en ese lugar nunca sabes por dónde cogerlo, porque sus detractores irán a por todas, amplificando el detalle negativo más nimio hasta la enésima potencia, mientras que sus defensores harán lo propio con los puntos positivos. ¿Y por qué digo todo esto? Porque es precisamente el punto medio en el que se encuentra Wanted: Dead, la obra de Soleil que en notas de prensa y anuncios se vende como «el juego de los creadores de Ninja Gaiden». La verdad, no me he puesto a buscar qué hay de cierto en eso, pero me ha recordado a ReCore siendo vendido como «de los creadores de Metroid Prime y Megaman». Pero vayamos a lo que nos ocupa.

 

Wanted: Dead es un juego que navega constantemente entre dos aguas, sea el ámbito que sea. Tiene altibajos en todos y cada uno de sus aspectos y es cosa de cada uno decidir si prefiere ver el lado positivo o el negativo de cada uno. Yo, por norma general, he preferido quedarme con las cosas buenas. Mayormente es un juego que he disfrutado mucho en las aproximadamente 16 horas que me ha durado, muchas de las cuales han sido repitiendo la misma parte una y otra vez, pero ya hablaremos de eso más adelante. Empecemos por la base: En Wanted: Dead nos ponemos en el papel de Hannah Stone, la líder de un súper grupo de élite de ex-mercenarios que trabajan para la policía formando parte del escuadrón Zombie para saldar sus deudas con la sociedad. ¿Suena a argumento casposo de peli de serie B de los 80? ¡Efectivamente! ¿Está todo esto acompañado de diálogos y actuaciones todavía más cutrongas y forzadas? ¡Por supuestísimo! ¿Me molesta todo ello? ¡Ni lo más mínimo! La presentación y trama del juego es tan desfasada que nunca queda claro si nos encontramos ante un producto estilo ‘Pollasaurus Rex contra Vaginodón’ o una película de Neil Breen. ¿Eran sus autores plenamente conscientes de lo que hacían o había un toque de ingenuidad? Sea como sea, el resultado es gracioso y cada vez que hay una escena es un pequeño regalo tras una intensa sesión de espadazos y tiroteos.

Y ahí está otro punto en el que depende a quién le preguntes te dirá que le encanta o lo odia: el gameplay. Se trata de una mezcla de hack and slash con tiroteo en tercera persona que por norma general me ha parecido que funciona más que bien, aunque es fácil tener preferencia por las espadas debido a su espectacularidad. Hannah tiene un árbol de habilidades que sin llegar a ser un RPG clásico sí que logra darle una cierta sensación de progreso y consigue no abrumarte con decenas de movimientos y técnicas nada más empezar. De inicio tendremos los típicos combos simples mezclando la katana con la pistola de mano, pero a medida que desbloqueemos habilidades podremos encadenar más movimientos, como los rodillazos voladores en plena carrera, deslizarnos por el suelo, esquivar ataques que no se pueden bloquear, un tiempo bala con el que dispararemos a varios enemigos a toda velocidad y un montón de ejecuciones de lo más espectacular y brutalmente sangrientas. Es una verdadera gozada estar dándole espadazos a un enemigo y de golpe ver cómo empieza a parpadear para poder ejecutarlo de la forma más acrobática posible en una coreografía de bailarina de ballet mezclada con La matanza de Texas. Las partes en las que sacar las ametralladoras dependerán de cada uno, pero normalmente se usan para acabar con enemigos lejanos que podrían dejarnos sin vida si vamos corriendo hacia ellos con una hoja en la mano. ¿Recordáis la escena de Indiana Jones de la espada y la pistola? Pues eso.

Figuras de gatetes Y ZURULLOS. ¿Alguien puede ofrecer más por menos? Lo dudo.

Es cierto que hay momentos en los que quieres reventar el mando contra la pared por la frustración, pero de nuevo… la dificultad es un punto divisorio e incluso con altibajos muy marcados en Wanted: Dead. Por un lado nos encontramos con que avanzar es sencillo, es un juego pasillero así que no hay mucho donde explorar o perdernos, pero algunos tramos entre puntos de guardado van a poner a prueba la paciencia de más de uno, sea por lo largos que son o porque entre uno y otro nos toparemos con 45 ninjas que atacarán en grupo, mercenarios pesados que con dos golpes (o uno imparable) nos van a dejar tieso o un montón de soldados que a veces parecen ir de camuflaje porque cuesta verlos en el escenario. En más de una y más dos ocasiones he tenido que fijarme dónde disparaban mis compañeros para saber dónde estaba el enemigo porque yo no lo veía. Los jefes, curiosamente, son bastante sencillos y no tardaremos mucho en acabar con ellos, a excepción del segundo de ellos (August), con el que he llegado a apagar la consola en varias ocasiones porque no había manera de liquidarlo. Y a pesar de todo siempre me quedaba con las ganas de continuar al día siguiente y logarlo. Pero sí, gracias a eso os podéis imaginar por qué un juego que, según How Long To Beat, dura 8 horas de media a mí me ha durado el doble. O también podríamos decir que soy un poco paquete, para qué negarlo.

Un aspecto que me resulta muy curioso es que a veces parece una mezcla de Ninja Gaiden con Yakuza. «¿Por la cutrez de las escenas y los diálogos?» Bueno, también… Pero sobre todo por los minijuegos y coleccionables que nos iremos encontrando por la comisaría y los escenarios de las misiones, que le dan un incentivo extra para empezar una ‘nueva partida +’ al terminar el juego. En la zona de recreo (y accesible a través del menú principal) podemos jugar a dos máquinas de gancho para conseguir figuras de los personajes o extras como canciones, vídeos de recetas y otras cosas. También hay una recreativa con un shooter espacial de scroll lateral que me ha parecido lo más difícil del juego. Un fallo y fin de la partida. Sin duda, el Dark Souls de los arcades espaciales dentro de otros juegos. Y como mini-juegos verdaderamente yakuzeros tenemos uno de hacer combos ultra mega épicos… comiendo ramen y otro de karaoke al más puro estilo DDR que os aseguro que pondrán a prueba la sincronización del más diestro. Probablemente nadie vaya a echarle 20 horas a todo esto, pero desde luego pueden servir para desquitarnos un poco cuando hemos intentado avanzar de forma infructuosa por el mismo punto de guardado 47 veces.

En resumen, Wanted: Dead no es Metal Gear Rising: Revengance, pero tampoco es Legends of Troy como le ha parecido a muchos. Es un juego con una presentación casposa y algunos puntos negativos como su cámara en algunas situaciones, pero en general se disfruta mucho y sus cosas positivas son lo suficientemente buenas como para querer quedarse con ello. Un juego muy recomendado si queréis desconectar un rato y pasarlo bien con un reto lo suficientemente duro como para hacernos sudar en algunas partes, pero no tan injusto como para abandonarlo.

 

ADEMÁS, SALE STEFANIE JOOSTEN CON GATETES ASÍ QUE MEGA GOTY DE LA HISTORIA, MEJOR JUEGO JAMÁS CREADO, 10000/10.


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